El presidente de la Asociación de Libreros y Papeleros de Chiapas, Julio Sánchez Esquinca, explicó que tras un análisis realizado con sus homólogos de toda la república mexicana, concluyeron que el confinamiento a consecuencia de la pandemia por Covid-19 despertó el interés de la población por hacerse de un hábito lector, situación que es de celebrarse considerando los niveles en los que está la entidad en cuanto a lectura se refiere.
Entrevistado sobre el tema, explicó que el cansancio por otros esparcimientos al interior de las viviendas provocó que la población buscara una nueva forma de entretenerse y es que, además, la lectura facilita la comprensión de los problemas vigentes en la actualidad.
El cofundador de la estrategia “Chiapas Lee”, destacó que los fondos editoriales también cambiaron su forma de trabajo y, a través de reuniones virtuales, se acercaron de manera directa con los autores, lo que ha facilitado la vinculación con el mismo lector.
Curiosamente, dijo, al inicio se pensó que la pandemia incrementaría más el desinterés de tomar los libros como una forma de romper el confinamiento; sin embargo, la venta de los títulos físicos y también digitales (con números que oscilaron hasta entre los 100 y 120 títulos vendidos en los expendios cada semana para la entidad) reflejaron un aspecto positivo.
“Aplaudimos esa parte porque sí hubo un aumento en esa parte de la venta, cabe señalar que este tipo de lectura -de los materiales vendidos- es de interés general, el propio cliente busca a través de redes sociales” o de recomendaciones que se hacen en diferentes plataformas.
Con base en la información que ha dejado esta pandemia, explicó, son los contenidos de superación personal los que han tenido un mayor impacto entre la misma población chiapaneca; no obstante, también una buena aceptación se ha reflejado en aquellos contenidos que se enfocan en la resiliencia.
Más allá del tema de comercialización de los libros en tiempos de pandemia o que representan una ganancia significativa para las librerías, detalló que las ventas bajo el concepto de confinamiento sólo representan el 15 por ciento de los ingresos para estas empresas, el restante se encuentra estancado y se vincula de manera directa a las actividades académicas.