Con la presencia de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial del estado, así como de autoridades militares, Chiapas celebró este domingo el 201 Aniversario de su Incorporación a la Federación Mexicana en una ceremonia cívica realizada en el Parque Bicentenario de la capital chiapaneca.
En representación del gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, la secretaria general de gobierno, Patricia Conde Ruiz, ofreció el discurso oficial donde enfatizó que la unión de Chiapas a México fue una decisión soberana y consciente del pueblo, no una imposición.
“Hace dos siglos, el pueblo de Chiapas decidió su destino y el de sus descendientes. Decidieron un destino que no fue impuesto, que no fue dictado porque fue el pueblo quién habló”, afirmó Conde Ruiz ante los asistentes.
Recordó el proceso histórico de 1824, cuando, mientras otras regiones se fragmentaban, Chiapas instauró “la consulta de la voluntad general como la vía ineludible” para decidir su futuro, eligiendo así la federación y un futuro común con México. “Así nacimos como una entidad de la República Mexicana”, subrayó.
Un pacto vivo de dignidad y pluralidad
Conde Ruiz destacó que este hecho fundacional se hizo desde la identidad chiapaneca, sus lenguas, pueblos originarios y aspiraciones de justicia.
“La Federación fue pacto de dignidad, un pacto vivo, no de imposición, sino de igualdad, por ello rendimos homenaje a próceres como Joaquín Miguel Gutiérrez, Mariano Robles y Matías de Córdoba, a quienes recordamos como instituciones históricas de dignidad, patriotismo y valentía”, puntualizó.
Señaló que el legado de estos hombres demostró que el destino de Chiapas estaba ligado a una nación independiente y soberana, y que su máxima enseñanza perdura: “nuestra raíz política es resolver nuestras diferencias a través de la palabra, el consenso y el respeto”.
Gobierno actual, heredero del espíritu federalista
La secretaria estableció un paralelismo entre el espíritu que guió la federación y la actual administración estatal.
Afirmó que, tras periodos de “penumbras y dolor”, el pueblo chiapaneco supo caminar hacia la paz y la transformación, guiado ahora por un “hombre del pueblo, humanista, valiente e incansable: nuestro gobernador Eduardo Ramírez Aguilar”.
Destacó que, siguiendo el ejemplo de los próceres, el gobierno ha retomado la costumbre de consultar al pueblo para las grandes decisiones, citando como ejemplos las consultas para la alfabetización y la construcción de carreteras, así como la restauración de la paz y la institucionalidad en municipios como Oxchuc y Pantelhó. “La política en Chiapas vuelve a tener como centro a la gente y no los intereses particulares”, aseveró.
Un llamado a la memoria y a la fraternidad
En su discurso también reconoció la participación plena de las mujeres en la vida chiapaneca como un derecho conquistado, heredero del legado de figuras como Josefina García.
Patricia Conde hizo un enérgico llamado a honrar la historia con hechos y resultados, y a transmitir a las nuevas generaciones la importancia de la memoria histórica.
“Reafirmemos la grandeza de Chiapas. No olvidemos nunca el espíritu federalista y republicano que nos dio patria”.
Remarcó que “la fraternidad y el diálogo son nuestras raíces y, sobre todo, que la paz es y será lo más preciado siempre”.
La ceremonia concluyó con la entonación del Himno a Chiapas y un llamado a la unidad para seguir fortaleciendo la gobernabilidad y la justicia social en el estado.