En Tuxtla Gutiérrez se presenta uno de los problemas característicos de las ciudades en la actualidad, el ruido ambiental, el cual se genera con la interacción de diversas fuentes como el tráfico vehicular, la construcción y las diversas actividades económicas, provocando en los habitantes problemas auditivos.

Ricardo Miceli Flores, especialista en Otorrinolaringología, informó que el exceso de ruido puede ocasionar problemas en la salud como estrés, insomnio, irritabilidad, menor rendimiento en el trabajo y pérdida gradual de la audición.

Asimismo, indicó que 120 decibeles es lo máximo que el oído humano puede soportar, ya que el sonido considerado normal está entre los 50 y 80 decibeles, sin embargo, en el centro de la capital muchas veces se llega a superar estos índices, debido al constante ruido de claxons, de motores y aparatos de sonido ubicados unir de los comercios.

Una persona que está en constante exposición al ruido podría sufrir un trauma acústico, equivalente al daño causado por más de 140 decibeles.

Los síntomas principales son la pérdida auditiva permanente en todas las frecuencias, desde las agudas hasta las graves, y la elevación del dolor auditivo que puede ser temporal o permanente.

Ante está situación se realizan verificaciones en la zona centro de la ciudad para constatar que los comercios tengan toda la documentación en regla y así poder reducir la contaminación auditiva, informó José Luis Ramírez de la Cruz, jefe de Inspección y Vigilancia de la Secretaría de Ecología.

“Son aproximadamente entre 12 a 15 denuncias diarias por exceso de ruido que son recibidas por nuestro personal, tratamos de dar solución para el beneficio de la sociedad”, puntualizó José Ramírez de la Cruz.