En México hay zonas específicas donde los suelos han perdido fertilidad por contaminación de hidrocarburos de petróleo, pero en general, hay otros factores que han generado un mayor impacto como la deforestación, mal manejo de residuos, descargas de aguas negras no tratadas y el uso de agroquímicos.
Randy Howard Adams, profesor-investigador de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), comentó que la pérdida de fertilidad del suelo se da por diferentes prácticas agrícolas que contaminan, pero que “existen prácticas sencillas para la restauración y que solo hace falta aplicarlas de manera universal”.
Dependiendo el grado de contaminación, el tipo y el clima de la región, es posible o no restaurar un suelo sin fertilidad o degradado. En varias partes del país el calor y la humedad predominan, lo que ayuda mucho. “Incluso se podría recuperar la fertilidad en un periodo de dos o tres años”.
Consecuencias
Dijo que si no se actúa de forma correcta y siguiendo las características de cada región, algunos puntos podrían quedarse sin la posibilidad de producir alimentos agrícolas. “El mal manejo de agroquímicos y prácticas ganaderas es muy grave y fuerte en algunas comunidades”.
En su visita a Chiapas, a la Universidad Autónoma de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), dijo que al recorrer la carretera vio varios predios que aparentemente por malas prácticas están erosionados, en esos casos para restaurarlos sí puede tardar una generación.
Resaltó que el agro ha incidido de manera considerable en gran parte del país, la ganadería mal aplicada en muchas partes, el uso de plaguicidas, eso a largo plazo destruye el suelo. “El agricultor quiere proteger su cosecha y optimizar sus ganancias, pero hay que ver que otras alternativas puede usar, para que su predio siga rindiendo en el futuro”.












