Continúa el conflicto en la Preparatoria núm. 1 del Estado, en Tuxtla Gutiérrez, donde docentes y administrativos exigen la destitución del director del plantel Carlos de Jesús Trujillo Quintero, al igual que del secretario académico Ricardo Ramírez D’Gives; son señalados de acoso y hostigamiento laboral, presunto desvío de recursos y otras situaciones.
Jesús Cantoral Gómez, secretario general de la Delegación D-II-7 de la Sección 40 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), comentó que desde hace una semana no hay clases por esta situación; este jueves se reunieron con autoridades educativas para exponer las problemáticas, pero no les dieron solución.
Aseguran que el director siempre amenaza a los trabajadores, incluso su secretaria tiene favoritismo y ha generado conflictos con los administrativos. Las autoridades los habían convocado para el próximo martes, pero este viernes les dijeron que será hasta el miércoles, por lo que están en la incertidumbre sobre si habrá solución.
La única demanda es que destituyan al director y al secretario académico para volver a dar clases, no piden otra cosa más. Incluso, mientras se resuelve tienen pensado impartir clases de forma virtual para no afectar a los estudiantes, sobre todo a los de último semestre.
Mencionó que hacen falta sanitarios, les quitaron el estacionamiento, falta mobiliario en los salones, la escuela es prestada para actividades los fines de semana de personas externas —a las que no permiten acudir a los propios alumnos—; además, las gradas del campo de futbol no han sido demolidas a pesar de tener un dictamen de Protección Civil.
El dirigente sindical dijo que maestros de otras secciones han comenzado a manifestar su apoyo, por lo que si no hay una pronta solución la situación podría hacerse más grande, es decir, tomarían acciones radicales.
Jonás López comentó que el director no ha informado nada del conflicto a la comunidad de padres y madres de familia, por lo que le exigen que dé la cara y resuelva la situación, igualmente a las autoridades educativas, para que no se afecte a los estudiantes que están sin clases y próximos a egresar.