Concluyó la segunda de tres etapas en los trabajos de reforestación dentro de la zona del volcán Tacaná, en la que se consideró necesario plantar más árboles por los daños que ha sufrido el bosque y resaltando la importancia de conservar uno de los pulmones más importantes de la región que constituye el hábitat de miles de especias de flora y fauna en peligro de extinción, además de ser un generador de oxígeno.
En esta segunda etapa se realizó la siembra de seis mil 300 plantas de pino ayacahuite como parte de las jornadas de reforestación en el volcán Tacaná, en la que se contó con la participación de comuneros y de la brigada de restauración de la reserva, en la zona limítrofe con Guatemala.
Francisco Javier Jiménez González, director de la Reserva de la Biósfera Volcán Tacaná, detallo que en la primera etapa se sembraron cuatro mil pinos, y con esta segunda etapa suman 10 mil 300 plantas producidas en la comunidad de Talquián Viejo, a través del proyecto Restauración del Hábitat Terrestre.
Dijo que durante esta segunda etapa se reforestaron cinco hectáreas de bosque con el objetivo de conservar y restaurar las zonas afectadas por incendios forestales y por la presencia del insecto descortezador de pino.
“Con estas acciones contribuimos en mantener las condiciones en el principal pulmón natural de la frontera sur. Afortunadamente hemos tenido el apoyo de los comuneros de la zona, quienes se han sumado a las acciones de conservación y preservación del medio ambiente”, abundó.
Agregó que se realizó una parcela experimental con la siembra de 100 plantas de la misma especie en la comunidad Talquián Viejo, a fin de monitorear el crecimiento de las plantas en condiciones ambientales similares al sitio de siembra inicial en el volcán.
También informó que el programa de reforestación 2021 continuará y para ello se tiene contemplada una tercera etapa de reforestación, donde se realizará la siembra de dos mil 600 plantas en la parte media del “Gran Faro del Sur”.