El cotorro argentino, una especie invasora que se ha detectado en Tuxtla Gutiérrez, podría representar un peligro para las aves nativas de la región, advirtió el biólogo especialista Esteban Pineda Díez.
Dentro de este contexto, el investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) explicó que esta especie, de la cual se ha avistado mayor población, ha sido producto de la introducción de personas que las consideran mascotas y “adornos”, las cuales son traficadas o trasladadas hacia otras regiones en donde no existían, como era el caso de todo Norteamérica, es decir desde México hasta Canadá.
Enfatizó que de no implementar mayores medidas, esta especie exótica afectaría a parvadas de pericos que son aquí y “justamente se debe desarrollar políticas de manejo para que no se suscite el desplazamiento de nativos”, expresó.
Detalló que estos ejemplares podrían estar compitiendo por el alimento que consumen y por los sitios de reproducción; esto es, si algunos de los pericos introducidos utilizan las mismas estructuras vegetales para construir sus nidos llegarían a excluir a los nativos y se perdería la diversidad original.
Un posible efecto más, dijo, es que no se sabe a ciencia cierta si es que estas aves traen enfermedades y puedan ser transmisibles, sin embargo, dentro de la experiencia en otros sistemas biológicos se ha observado que las especies invasoras han contaminado con efectos muy fuertes, al grado de casi extinguir a los grupos nativos.
Enfatizó que esta situación de alguna manera está comenzando a suceder y por ello es necesario que las autoridades ambientales en conjunto con las instituciones educativas sumen esfuerzos para poder mejorar las condiciones de las especies comunes de la ciudad.
Cabe destacar que una especie exótica invasora es capaz de sobrevivir, reproducirse y establecerse en hábitats y ecosistemas naturales y amenazar la diversidad biológica nativa, la economía o la salud pública.