Debido a la cercanía con la temporada invernal es posible que los casos de coronavirus e influenza incrementen. De hecho, durante dicha temporada aumentan los padecimientos respiratorios, por lo que la población debe estar alerta ante cualquier presencia de síntomas asociados a estas enfermedades, dijo Javier Arturo Sánchez Avendaño, coordinador estatal de los Servicios Médicos en la delegación de la Cruz Roja Mexicana.
Es importante —explicó— que se le otorgue a la sociedad las medidas de prevención primarias, pues aunque la situación puede que no sea de impacto, es fundamental cuidar a los sectores que son vulnerables, como las infancias o personas adultas mayores.
La combinación del calor con el frío y las lluvias, detalló Sánchez Avendaño, provoca que la población esté vulnerable a contraer dichas enfermedades; en algunas ocasiones aparecen escenarios más complejos como la neumonía, la cual no puede controlarse en casa.
“Que haya un incremento en los casos de covid-19 y de influenza’’, aclaró, “no significa una emergencia sanitaria, toda vez que el contexto de una alarma epidemiológica es diferente a lo que ocurrió hace unos años”.
Sin embargo, comentó que se pueden presentar casos de congestionamiento nasal o, incluso, padecimientos con bacterias. Los síntomas de fiebre, escurrimiento o ataque al estado general, las personas los relacionan de forma inmediata con covid-19.
Sánchez Avendaño resaltó que en la actualidad un porcentaje de la población cuenta, al menos, con una dosis aplicada. Las variantes son las que han cambiado el espectro clínico, es decir, ante alguna sintomatología son los sectores en riesgo los que deben priorizar la atención médica.
Para fortuna de la ciudadanía, diversas instituciones de salud pusieron en marcha el sistema de vacunación para disminuir la incidencia en padecimientos virales de influenza y covid-19. Por eso se recomienda acudir a aplicarse la inmunización, añadió.
Para saber en qué momento se debe acudir al médico, detalló que los pacientes deben entender que si presentan un cuadro clínico asociado con fiebre, escurrimiento nasal, dolor de garganta, congestión o cuerpo cortado, deben evaluarse. También pueden aparecer diarreas, náuseas o vómito.