Cowina zoque y el Carnaval: conexión ancestral

En el marco de un ciclo de conferencias organizado por el Museo Regional de Chiapas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el antropólogo Juan Ramón Álvarez Vázquez presentó una investigación sobre la Cowina, una institución tradicional zoque vinculada al Carnaval, cuyas raíces podrían remontarse a épocas prehispánicas.

La charla, titulada “La Cowina zoque y el Carnaval”, destacó la complejidad de este sistema comunitario y su papel en la preservación cultural de pueblos como Coita, San Fernando y Tuxtla Gutiérrez.

Sistema de organización

“Cuando escuchamos la palabra Cowina, debemos saber que no solamente es el espacio. Es todo el sistema de organización económico, físico e intangible con elementos como la música y los alimentos, que hacen posible la fiesta del Carnaval”, explicó.

Álvarez expresó que la Cowina es una estructura organizativa patrilineal ligada a la herencia de cargos religiosos y comunitarios. Su nombre, derivado de la lengua zoque, significa “lugar del principal” o “casa del santo”, refiriéndose al espacio donde se custodia una imagen sagrada (Cristo o santo) que simboliza la conexión con los ancestros.

En estos sitios se preservar el culto a imágenes religiosas heredadas por generaciones, se organizan las festividades mediante cooperaciones colectivas y se mantiene viva la memoria de los antepasados a través de rituales, danzas y comida.

El antropólogo enfatizó que el Carnaval en estas comunidades no es solo una fiesta, sino un acto ritual que reactiva la Cowina.

Por ejemplo, en San Fernando, la imagen de Jesús de la Buena Esperanza se convierte en el eje de la celebración, y durante los días de festejo, la vivienda se transforma en un espacio sagrado (Cowina), donde se coordinan danzas, música y banquetes comunitarios.

Sincretismo religioso

Además hay elementos rituales que hablan del sincretismo como los danzantes (el tigre o el mono) que se consideran intermediarios entre lo divino y lo humano.

El investigador subrayó la falta de estudios académicos sobre la Cowina, excepto por los trabajos de la maestra Dolores Aramoni. Reveló que, en Tuxtla, antiguas ermitas familiares (como la del Señor del Cerrito) fungían como Cowinas, pero hoy solo sobreviven en la memoria oral.

Finalmente, invitó a profundizar en su investigación para evitar que este sistema, que fusiona tradiciones mesoamericanas y coloniales, se pierda.