“Coyotes” abusan de productores de café

El intermediarismo sigue siendo una carga pesada para al campesino que se ve afectado en su esfuerzo y ganancias, esto al vender su producto barato, con lo que en algunos casos sólo recupera los costos de producción, y quien verdaderamente se lleva las grandes ganancias son los “coyotes”, que no solo pagan precios muy bajos sino que utilizan trampas en el pesaje del producto con básculas arregladas y en las que la Profeco no interviene. 

Productores de café de los municipios de Tuzantán, Motozintla y Huixtla, denuncian que los compradores de sus productos utilizan trampas en los equipos de pesaje, básculas o balanzas que utilizan tanto “coyotes” como las comercializadoras, mismas que no cuentan con registros o supervisión alguna de parte de la Profeco, con lo que se les garantice su pleno funcionamiento y calibración. 

Injusticia

Son artimañas con las que cuentan estos comerciantes que se aprovechan de las necesidades del campesino, al que dan por adelantado dinero para que haya un compromiso, y una vez que esto ocurre, ellos imponen sus reglas, obligándolos a aceptar sus aparatos en el pesaje y con mermas muy marcadas. 

Los productores además tienen que aceptar las mermas que estos consideran, tales como la derrama del producto al momento de calar o si va seco; en ocasiones es de un kilo por costal, a lo que se suma el peso del costal que se calcula en un kilogramo, por lo que también, al final, la suma es mucho menor de lo que el campesino había considerado. 

El campesino es vejado en sus derechos porque no reclama o porque está condicionado a aceptar esas reglas, sin embargo, para nadie es un secreto que le están robando los “coyotes”, pues las ganancias finalmente son para los intermediarios y no para quien trabaja la tierra, por lo que señalan que las autoridades deben tomar cartas en el asunto, sobre todo la Profeco. 

Asimismo, las autoridades relacionadas con el campo, con la producción, deben implementar esquemas de control para inhibir este tipo de prácticas, sin embargo, algunos de los productores reconocen que en algunos casos los intermediarios sí contribuyen a resolver algunas tareas que autoridades y pequeños productores no pueden hacer, como lo es el salir a vender sus productos, sobre todo en las zonas más lejanas e incomunicadas.