Estudiantes de posgrado, asesorados por dos docentes-investigadores, diseñaron un aditivo empleando nanopartículas de óxido de hierro, sintetizadas con extracto de chipilín y funcionalizadas con un carbohidrato, que puede añadirse a los alimentos y mejorar la disponibilidad de hierro.
Contra la anemia
María Celina Luján Hidalgo, docente e investigadora del Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez y asesora del proyecto, comentó que este va enfocado a contribuir al combate de la anemia, una problemática de salud importante en la población, sobre todo en zonas vulnerables y con alta marginación.
Lo novedoso es que actualmente por norma muchos alimentos deben ser fortificados para mejorar su calidad, pero normalmente en la industria se utilizan sales de hierro, que tienen la desventaja de que solo del 7 al 10 % logra asimilarse en el organismo.
Realizan pruebas
Con el diseño de las nanopartículas lograron alcanzar, a través de pruebas de simulación gástrica, que se aproveche en el organismo hasta un 60 %; eso asegura que a través del consumo de los alimentos que contengan este nanoaditivo se pueda aprovechar de mejor manera el hierro.
Trabajo colaborativo
En el proyecto participan dos alumnos del doctorado en Ciencias en Alimentos y Biotecnología y uno de la maestría en Ciencias en Ingeniería Bioquímica. Siguen trabajando en investigación, pruebas, incluso viajaron a la Ciudad de México, al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
“Vamos a llegar a la evaluación en ratones inducidos a anemia para corroborar que el aditivo puede combatir esta condición y que el 60 % del contenido nutrimental de hierro puede aprovecharse; la propuesta fue adicionarlo a una harina de maíz, accesible a todas las comunidades, donde la base de la dieta es la tortilla”.
Mencionó que también, el mismo nanoaditivo se va evaluar contra cáncer de colon, para poder combatir dos problemáticas importantes que están asociadas, porque normalmente los pacientes con esta enfermedad sufren de anemia.