Crece ingesta de alcohol entre mujeres en Chiapas

En el primer semestre del año, las salas de urgencias de Chiapas registraron 525 casos de intoxicación aguda por alcohol. Diego Pérez / CP
En el primer semestre del año, las salas de urgencias de Chiapas registraron 525 casos de intoxicación aguda por alcohol. Diego Pérez / CP

Chiapas se ubica como la segunda entidad del país con mayor demanda de atención por consumo problemático de sustancias. Aunque el consumo de alcohol entre mujeres aumenta, solo 21 por ciento de quienes acuden a grupos de Alcohólicos Anónimos (AA) son mujeres, debido al estigma y a la falta de espacios exclusivos.

En el sector de las mujeres, la ingesta de alcohol se ha incrementado hasta un 30 por ciento, de acuerdo con estimaciones de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos (AA).

Factores de temporada

La organización advirtió que esta tendencia se agrava durante la temporada decembrina, cuando las festividades suelen propiciar excesos y episodios de consumo descontrolado.

El estado enfrenta una situación crítica: en la actualidad ocupa el segundo lugar a nivel nacional en demanda de atención por consumo problemático de sustancias, concentrando el 40.5 por ciento de los casos reportados de manera reciente.

Esta realidad se refleja de manera alarmante en los hospitales.

Solo en el primer semestre del año, las salas de urgencias de Chiapas registraron 525 casos de intoxicación aguda por alcohol; de ellos, casi el 20 por ciento correspondieron a mujeres, una cifra que confirma el aumento sostenido del consumo femenino.

A pesar de este crecimiento, la participación de mujeres en programas de recuperación es baja.

De los más de mil grupos de Alcohólicos Anónimos que operan en el estado, apenas el 21 por ciento de sus miembros son mujeres.

Esto representa entre mil 800 y dos mil chiapanecas en una red de aproximadamente nueve mil personas en proceso de recuperación activa.

Barreras

Especialistas y organizaciones civiles coinciden en que el estigma social alrededor de la “mujer que bebe” continúa siendo una de las principales barreras para buscar ayuda.

Muchas mujeres enfrentan su adicción en silencio, dentro del ámbito doméstico, en contextos marcados por depresión, violencia de género o presiones sociales que dificultan su acceso a espacios de acompañamiento.

Aunque Chiapas cuenta con más de mil grupos de apoyo, la mayoría funciona bajo esquemas mixtos.

Diversas asociaciones han insistido en la necesidad de ampliar los grupos exclusivos para mujeres, en especial en zonas rurales o municipios con Alerta de Violencia de Género, donde las mujeres requieren espacios seguros para hablar de temas relacionados con maternidad, violencia y salud mental sin temor a ser juzgadas.