La localidad de Copoya, que está integrada a la zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, enfrenta una severa crisis en el suministro de agua potable. La situación es agudizada por décadas de expansión urbana descontrolada y falta de inversión en infraestructura.
Según un estudio publicado en la revista Estado & Comunes, sus más de nueve mil 800 habitantes reciben el servicio solo cada 15-20 días en condiciones “normales”, lo que ha forzado a las familias a recurrir a alternativas costosas como pozos domésticos y compra de agua en pipas, profundizando la pobreza y la desigualdad.
Estudio
La investigación “Crecimiento urbano y gestio´n del servicio de agua potable en la localidad de Copoya, en Tuxtla Gutie´rrez”, fue desarrollada por Yliana Mérida Martínez, docente de la Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), y Citlalli Aidee Becerril Tinoco, investigadora del Centro de Información Geospacial (CentroGeo).
Revelan que entre 1990 y 2020 la población de esa localidad se triplicó (de tres mil 270 a nueve mil 868 habitantes), mientras las viviendas se quintuplicaron (de 620 a tres mil 164).
Este crecimiento, impulsado por la reforma agraria de 1992 y el turismo religioso en el Cristo de Copoya, careció de planificación urbana y regulación de servicios. Como resultado, alrededor del 36 % de los hogares no tenía acceso a agua entubada.
Fuentes
El estudio, basado en entrevistas con autoridades locales, análisis de censos y recorridos de campo (2023), señala que ni el servicio municipal (a cargo del Smapa) ni el comunitario (patronatos y comités) son eficientes.
El Smapa opera con tuberías obsoletas y tarifas impagables (hasta dos mil pesos por instalación), mientras los pozos comunitarios solo abastecen a 400 personas con agua no siempre potable. Ante esto, los residentes gastan entre 200 y 550 pesos semanales en pipas; un costo prohibitivo para familias de escasos recursos.
Las autoras concluyen que la ausencia de proyectos de inversión pública, la especulación del suelo y la presión turística perpetúan la crisis.
“La renovación de la red de agua es urgente, pero los comités carecen de recursos financieros y dependen de fondos federales”, señala el artículo.