“La situación actual es un crecimiento urbano alarmante”, debido a ello se está sustituyendo la capa vegetal por concreto hidráulico y asfáltico, provocando una “aceleración del escurrimiento del agua hacia el río y un incremento en las recurrencia de las inundaciones”, destacó el investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), Gabriel Castañeda Nolasco.
El arquitecto, en una conferencia para la Facultad de Arquitectura y Urbanismo Mackenzie de Brasil, sostuvo que más del 70 % de la vivienda construida en Tuxtla Gutiérrez tiene techo de concreto armado, lo que facilita el escurrimiento del agua hacia las pavimentaciones.
Explicación
Lo que “acelera mucho la velocidad del escurrimiento del agua hacia la zona del río y obviamente incrementa el riesgo de inundación”, destacó el especialista en Desarrollo Tecnológico para la Vivienda de Producción Social, Vivienda Sustentable, Materiales Apropiados y Apropiables.
“Cada vez más nos vamos subiendo a los cerros y a las montañas”, dijo. La “ciudad de los conejos”, argumentó, está ubicada en un valle entre dos montañas, las cuales están comenzando a ser habitadas con un crecimiento que calificó como exponencial.
Daño
Además, subrayó que todos los afluentes que están conectados con el río Sabinal “han sido afectados” y algunos han sido suprimidos, otros embovedados o desviados, afectando toda la cuenca; es decir, “todo lo malo que se debe hacer cuando no se planea adecuadamente”, arremetió.
En un mapa de la ciudad marcó con rojo las zonas con modificaciones más intensas y donde pueden y han existido inundaciones en la ciudad después de una lluvia intensa, resaltando los arroyos de Potinaspak, 24 de Junio, Patria Nueva, San Roque, Cerro Hueco, Chacona y las colonias que los rodean.
Si bien explicó que ha habido un control importante de esta situación en los últimos años, es muy probable que tras lluvias muy intensas, debido a la presión que se ejerce sobre los embovedados, se pueden presentar situaciones donde el vital reviente la pavimentación y se inunde gran parte de las zonas identificadas como de riesgo.
Recientemente, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) recomendó a la población no tirar basura en las calles para evitar que se tapen los afluentes, coladeras y cuencas, con la finalidad de evitar tapones e inundaciones.