De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), por lo menos 1.7 millones de personas de la tercera edad viven solas en México; de ellos el 60 por ciento, un millón 48 mil 426, son mujeres y el 40 por ciento, 697 mil 699, son hombres.
Este indicador refleja que cuatro de cada 10 adultos mayores viven sin ninguna compañía, lo cual se torna preocupante tomando en cuenta que del total de los abuelos que viven solos, por lo menos siete de cada 10 presenta una discapacidad o limitación para poder desplazarse en su vivienda.
Este panorama se replica también en Chiapas, donde según el Inegi viven alrededor de 450 mil personas adultas mayores, de los cuales el 48 por ciento corresponde a hombres y el 51.9 a mujeres; muchos de ellos viven con alguna enfermedad crónica, lo que los hace más vulnerables a la pandemia del Covid-19.
El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) reveló que del total de las personas mayores de 60 años, el 35 por ciento tiene diabetes, 29 por ciento hipertensión, cinco por ciento alguna enfermedad neurológica, 15 por ciento alguna enfermedad relacionada a la reuma.
Reveló también que el tres por ciento de la población tiene enfermedad cardiovascular, ocho por ciento enfermedades respiratorias, uno por ciento tiene cáncer y 11 por ciento otras enfermedades crónica degenerativas.
Estos padecimientos forman parte de las comorbilidades que generan gravedad ante el contagio del SARS-CoV-2, tal como se ha registrado en el estado desde que inició la pandemia, donde las cifras oficiales reflejan que entre seis y siete muertes de cada 10 por este virus, son personas mayores de 60 años.
Sector vulnerable
El psicólogo adscrito a la Secretaría de Salud del estado, Juan Carlos García García, comentó que es necesario que la población joven proteja a los adultos mayores al ser los más vulnerables ante la pandemia, y no sólo en la parte física sino también en la emocional, ya que muchos no pueden ser independientes y necesitan del apoyo de la familia.
Manifestó que desafortunadamente muchos adultos mayores viven solos, por lo que tienen que salir de casa para ir al mercado, a la tortillería o a realizar alguna actividad indispensable, lo que los pone en mayor riesgo de contagio al coronavirus.
Añadió que “como ciudadanos socialmente responsables debemos ser solidarios y apoyarlos bajo el sano cuidado y la sana distancia; estar pendiente de ellos para saber qué les hace falta, si requieren de medicamentos o si tienen otra necesidad y de esa forma no salgan a la calle”.
Mencionó que en el caso de los abuelos que viven en compañía de sus familiares también son vulnerables, debido a que el distanciamiento social les puede afectar en su salud mental, por lo que es necesario brindarles apoyo a través de diversas dinámicas siempre con los cuidados de higiene correspondientes.
El especialista enfatizó que es importante que no se mantengan en una actividad pasiva, se les tiene que estimular de manera cognitiva, hacerles recordar el tiempo toda vez que el encierro puede generar que pierdan la percepción del mismo.