Cuidado con los hongos en frutas y cereales

Existe una gran cantidad de microorganismos que se desarrollan en frutos, cereales y otros alimentos, entre ellos están los hongos, de los que existe una gran cantidad de especies, algunas inofensivas y otras que pueden ser tóxicas, poniendo en riesgo la salud de las personas al ser ingeridos.

Muchos hongos son microscópicos, por lo que son imperceptibles hasta que crecen y forman una estructura completa. Hay varios que solo descomponen el alimento y otros que pueden representar un peligro, denominados patógenos, provocando problemas infecciosos gastrointestinales.

José Abelardo Castillo Archila, maestro investigador de la Licenciatura en Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), comentó que algunas personas suelen cortar la parte de la fruta o alimento que tiene presencia del hongo y consume el resto, lo que es poco recomendable.

Riesgo en la mutación

Explicó que estos microorganismos se multiplican muy fácil a través de esporas y de una estructura micelial, que es una especie de raíz por la que se diseminan en lo más profundo del alimento; entonces puede ocurrir una contaminación cruzada por medio del cuchillo, las manos u otros utensilios.

Lo mismo pasa con frutos pequeños, como zarzamoras, fresas o cerezas, muchas personas si observan una pieza contaminada solo la eliminan pensando que es la única afectada, pero puede ocurrir que al momento de la manipulación del empaque contamine el resto.

En el caso de los frutos y los cereales, es importante no consumir algunas especies de hongos que son comunes pero muy peligros, ya que producen toxinas como medida de protección que, al ser consumida por una persona, puede ser de alto riesgo.

Se ha documentado que a largo plazo algunas especies de hongos provocan problemas mutagénicos en el hígado, donde se acumula la toxina.

Como la mayoría de las personas desconoce cómo identificar las especies de hongos, lo mejor es evitar por completo el consumo de frutos, cereales y cualquier clase de alimentos que tengan señales de la presencia de hongos, por más mínima que sea.

Es vital revisar perfectamente el alimento, sobre todo si estuvo guardado o almacenado por varios días en nuestro hogar. “Lo recomendable es desecharlo o buscar otro fin amigable con el medio ambiente”.

Enfatizó que hay mayor riesgo de que las frutas desarrollen hongos cuando se cortan y se almacenan, al igual que los alimentos.