En su mensaje dominical, el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, se refirió a la cumbre de la migración que se realiza en el municipio de Palenque, con la presencia de presidentes de varios países de Centroamérica y el Caribe. Ante ello, el líder de los católicos —en esta región— urgió la necesidad de estrategias contundentes para atender la crisis migratoria.
Expuso que la cumbre es un intento oficial para reconocer este fenómeno creciente que, en diversas ocasiones, la iglesia en la frontera sur ha venido denunciando y que ha provocado colapso de diversos servicios básicos en Tapachula.
Afirmó que en este municipio, así como en otros de esta región, “es evidente la presencia de los hermanos migrantes que están en las plazas, parques, pueblos y caminos, en condiciones inhumanas”. Ellos, agregó, “han salido de sus países de origen en busca de mejores condiciones de vida para sí mismos y sus familias, pero el camino ha sido muy difícil y enfrentan una crisis con muchos problemas”.
Detalló que los mandatarios deben reconocer que el gran flujo de personas los ha rebasado en cuanto a la capacidad de atención, incluso a los grupos que brindan apoyo humanitario, por lo que es urgente tomar las medidas adecuadas para contener la salida de las personas.
“La cumbre de la migración es un intento oficial por contener la crisis migratoria que se ha reconvertido en los últimos meses, en la que los países con mayores recursos deben destinarlos para tratar de contener esa problemática que ha rebasado a todos”.
Puntualizó que confían que los resultados de esta cumbre permitan garantizar la seguridad de los migrantes; asimismo, en agilizar los procesos migratorios que mantienen varados a miles de personas.