El consumo de leña para satisfacer las necesidades primarias en San Cristóbal de Las Casas genera grandes problemas a la salud pública, no sólo por las emisiones de dióxido de carbono, sino por las afectaciones en la deforestación de las comunidades aledañas, destruyendo 365 mil árboles al año para solventar el consumo de los 41 mil usuarios de leña en dicha ciudad.

De acuerdo a Iris Melissa Presas Ramírez, de la asociación civil Otros Mundos Chiapas, basada en el proyecto de Valente González sobre el uso de los residuos sólidos orgánicos en la ciudad de San Cristobal, el 20 % de la población aún consume leña y carbón, con un promedio de 41 mil consumidores.

La activista destacó que para solventar el abasto de 159 mil kilos diarios que utiliza el municipio, se tienen que talar árboles de distintas zonas de Los Altos de Chiapas, especificando que anualmente se cortan 365 mil árboles jóvenes y 65 mil adultos, los cuales son traídos de lugares cada vez más lejanos para que sean convertidos en leña o carbón.

Sin embargo, Presas Ramírez explicó que el mayor consumo de este tipo de combustibles se da en las zonas rurales, por lo cual las afectaciones e índices de consumo podrían ser mayores. Recordando que a nivel nacional el consumo per cápita de carbón y leña es de entre dos y cuatro kilogramos por persona.

Agregó que en los hogares rurales acostumbran a realizar fogones abiertos, los cuales no tienen eficiencia calórica y energética, no permiten el aprovechamiento del calor, a la par de generar agentes contaminantes en el interior de las cocinas, lo cual afecta la salud.

También dijo que se han implementado sistemas de hornos ahorradores que encierran el fuego, permitiendo el aprovechamiento de la combustión de la leña.