La maestra en manejo y conservación de bosques, Mercedes Concepción Gordillo Ruiz, presentó los resultados de su investigación “La otra diversidad chiapaneca”, donde expresó su preocupación por el deterioro del maíz endémico en Copainalá.
La bióloga resaltó que el maíz nativo es uno de los más afectados por el cambio climático, pues en la región zoque se están cumpliendo los pronósticos de daño, debido a la alta incidencia en la lluvias, lo que está afectando fuertemente a la producción agrícola.
Además de la introducción de maíces modificados, los cuales en los procesos de polinización ya han causado estragos en los productos originarios, generando nuevas mezclas que aminoran la producción de los agricultores y también dañan los ecosistemas cercanos.
Explicó que aún es posible realizar intervenciones en la zona para evitar la propagación y velar por la protección del maíz criollo, aclarando que es la zona de los Altos de Chiapas la que más se ha visto afectada por estas intromisiones.
Seis son los maíces criollos que circulan con mayor distribución por la entidad, los cuales son endémicos. Mientras que en su zona de estudio, tres son los más usados: el bacalito blanco, el maíz amarillo y el quechulteco.
Aclarando que “hay que conservar los parientes silvestres y domesticados porque existe una pérdida acelerada de la diversidad genética de las especies nativas y sus parientes silvestres, debido a la disminución del consumo ante el incremento de alimentos refinados y el uso de semillas mejoradas o de marcas comerciales”.
Lo que trae consigo el cambio de uso de suelo, derivando en un bajo rendimiento, deviniendo en problemas de variación de agua y reducción de polinizadores.
Gordillo Ruiz resaltó que 64 razas de maíz de México son endémicas, por lo que llamó a que desde la conservación se piense en su importancia del rescate, a través de prácticas culturales y sociales que giran en torno a este producto.
Destacó que una de los reconocimientos más valiosos del país es su entrada al llamado “Especies Sin Fronteras”, aportando al mundo especies endémicas que fungen como base de la alimentación mundial, con especies como el maíz, algodón, frijoles, nopales, jitomates.