A orillas de las carreteras, en tiendas departamentales o como exhibición, el tráfico legal e ilegal de especies exóticas debe dejar de ser normalizado, pues esto es antinatural y afecta la biodiversidad, de acuerdo con la especialista Elsy Cabrera Baz.
Sobre el tráfico legal, dijo que hace falta legislar para que las autoridades competentes supervisen de manera correcta y eficiente el lugar donde van a situarse los animales exóticos.
“Aunque se haya adquirido un ejemplar de forma legal y tenga una legal procedencia, se debe analizar que tengan las condiciones adecuadas para tenerlo y mantenerlo”, dijo la directora de la asociación encargada de la reinserción de especies, Tivú A. C.
Destacó con múltiples ejemplos algunos casos en que los animales son comprados porque “están bonitos” o por simple gusto, sin embargo, “cuando estos crecen, ya no son iguales de tiernos; hay quienes viven en departamentos y el espacio para poder cuidarlos se vuelve complicado, los ponen jaulas que no son del tamaño adecuado”.
La especialista en fauna silvestre acotó que hay casos de animales que se han escapado de las casas en zonas urbanas y que representan un alto peligro para los vecinos.
La asesora técnica para programas de manejo de especies, puso en jaque la situación de los animales exóticos que se venden sobre las carreteras, debido a que “está la otra parte, ya que muchas familias recurren a estas prácticas para solucionar problemas de subsistencia, es decir, capturan de cuatro a cinco ejemplares para su consumo, para sobrevivir y llevar el día”, explicó.
Pero “cuando ya hablamos de más de 100 ejemplares, eso ya no es por subsistencia, ahí ya estamos hablando de tráfico a un nivel de alguna agrupación criminal”, subrayó la médica veterinaria.
Y recordó que en el año 2020, el tráfico de especies aumentó en un 100 %, año que en el estado de Chiapas se aseguraron 31 mil 168 ejemplares de distintas especies.
Concluyó explicando que el tráfico ilegal de especies no sólo se trata de la venta de animales vivos, sino también lo es la venta de productos derivados de un animal que no está dentro de los lineamientos legales.