Dieciocho biodigestores fueron instalados en 10 comunidades de seis municipios de las regiones Altos, que beneficiaron a un total de 83 personas, es decir, menores de edad, jóvenes y adultos beneficiadas directamente, detalló la asociación civil Otros Mundos Chiapas.
Con la instalación de estos prototipos energéticos, explican que cada 28 días se dejó de emitir mil 024.8 toneladas de dióxido de carbono al ambiente reduciendo en 7.5 % el uso de leña.
Las familias pertenecientes a grupos tzotziles, tzeltales y tojolabales durante el proceso recibieron formación política y técnica sobre el uso de biodigestores, con la finalidad de saber sobre su mantenimiento y las implicaciones ambientales de su uso.
“Se inició este proceso con talleres de formación, reflexionar la forma de obtención de energía para actividades del hogar, que generalmente las mujeres, niñas y niños son las encargadas de conseguir leña u otro tipo de material para la cocción de los alimentos”, detalla el informe de la organización sin fines de lucro.
En cuanto a la producción del campo, los fertilizantes químicos van en aumento, contaminan los suelos y la biodiversidad.
A la par, detallaron que los biodigestores ayudan a reducir en el campo el uso de fertilizantes químicos, los cuales son cada vez más usados y degeneran los suelos y la biodiversidad, esto debido a que también generan un abono natural.
Detallaron que se trata de una tecnología que busca a través del tratamiento de los desechos orgánicos de granjas o sanitarios, generar energía convertida en biogás y biofertilizantes para los cultivos; su aplicación, dicen, ha sido tan bien aceptada que se generó una Red de Usuarios de Biodigestores en Chiapas