El uso de biodigestores en unidades de producción ganadera en Chiapas, trajo beneficios económicos al reducir, e incluso, eliminar gastos en la compra de fertilizantes y combustibles fósiles en regiones zoques, de acuerdo con el médico veterinario José Nahed Toral.
Aparte, aclaró, el uso de esta tecnología ayuda a reducir los focos de infección a causa del almacenamiento de estiércol al aire libre, controlando las emisiones de metano que producen un efecto invernadero 20 veces mayor que el dióxido de carbono.
El hogar y los campos de cultivos son los más beneficiados, tras procesar los desechos orgánicos de las unidades ganaderas, explicó el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de la Ciudad de México.
“El biogás producido en un biodigestor, se compone aproximadamente de 60 % de metano (CH4) y 40 % de dióxido de carbono (CO2); contiene mínimas cantidades de otros gases, entre ellos, vapor de agua (H2O) y ácido sulfhídrico H2S)”, explicó el doctor en Sistemas de Producción Animal.
Recalcando que puede usarse como combustible cuando el metano se encuentra en concentraciones iguales o mayores al 50 %, debido a su alto valor calórico.
Lo cual lo hace óptimo para tener un uso doméstico, principalmente para calentar los alimentos o calentar agua para bañarse, fungiendo como una alternativa para sustituir los combustibles como la leña o fósiles como el gas butano.
Esto gracias a la participación de las bacterias anaeróbicas, provenientes del tracto digestivo presentes en el estiércol.
“Estas bacterias son responsables de producir el fertilizante ecológico llamado biol, y entre ellas están presentes bacterias metanogénicas, las cuales son particularmente responsables de producir metano, principal componente del biogás”, sostuvo el titular del Departamento de Agroecología del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).
El fertilizante, explicó, tiene nutrientes como el nitrógeno, fósforo y potasio, además de microelementos como zinc, hierro, manganeso y cobre, de fácil asimilación para las plantas, haciéndolas más vigorosas y resistentes.
Este abono puede aplicarse directamente en el follaje sobre el suelo, cerca de las raíces; en cultivos de ciclo corto como el maíz y frijol, y en “binanuales, perennes, gramíneas, forrajeras, leguminosas, frutales, raíces y tubérculos”, dijo.
Los biodigestores son contenedores cerrados herméticamente en los que se deposita material orgánico de cualquier tipo, como residuos agrícolas o desechos orgánicos del hogar, para su biodegradación anaeróbica.
En este caso, el estiércol de ganado bovino mezclado con agua, en la actualidad, es muy popular en otros países a escala industrial.
Respecto a los biodigestores instalados, sostuvo que “los primeros fueron en la región zoque, específicamente en Raudales; el propósito es adaptarlos en todas las unidades de producción ganaderas campesinas para producir biofertilizante y biogás rico en metano”.