Buscan frenar defecación al aire libre en Sitalá y Chenalhó

Se llevan a cabo proyectos de saneamiento en Sitalá y Chenalhó, lugares donde muchas de las personas que ahí habitan siguen practicando la defecación al aire libre ante la falta de un sistema de saneamiento adecuado, explicó el integrante del Círculo de Gestión del Conocimiento con el rol de Coordinación de Proyectos Pilotos en Cántaro Azul, Pablo Suárez Dávila.

Sobre de este problema social de la defecación al aire libre, tratándose de una práctica vinculada a la pobreza desde 2013, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) promulgó el 19 de noviembre como el Día Mundial del Retrete, con el objetivo de crear conciencia para que los sistemas de saneamiento en el mundo sean más eficaces.

Esta es una práctica que prevalece en 494 millones de personas en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las materias fecales son depositadas en campos, alcantarillas, detrás de arbustos o en masas abiertas de agua, lo que genera enfermedades y contaminación.

Suárez Dávila indicó que la defecación al aire libre no solo afecta a familias y comunidades, sino que genera contaminación en los cuerpos de agua; en consecuencia, el riesgo hacia la salud aumenta y las poblaciones se vuelven más vulnerables.

“Hay contextos en donde la propia comunidad destina un terreno para ir a defecar; otros lo hacen donde pueden, dentro de su mismo predio o en los cafetales”, comentó Pablo Suárez.

En Sitalá, comunidad tseltal en la región de los Altos de Chiapas, el 98.2 por ciento de la población vive con un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos y el 57.93 de sus viviendas no dispone de excusado sanitario, indican datos del Informe de Pobreza y Evaluación 2020 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).