“Es importante que desde la infancia se impulsen las lenguas (indígenas), es una herencia de nuestros abuelos, padres y ancestros, y tenemos que proyectar eso a los niños”, destacó la educadora comunitaria de acompañamiento regional de Chiapas, Silvia Sonia Sántiz Gómez.
La educadora recalcó que los primeros años son esenciales, pues “desde más chiquitos aprenden más rápido; sabemos que la mente y la capacidad que tienen es absorber rápidamente la información”.
Destacó que la participación de la comunidad y de los familiares debe ser primordial, pues es más fácil debido a que los niños aprenden escuchando e imitando a los adultos, por eso es importante que “como adultos llevemos adelante nuestra lengua indígena, y si tenemos niños, enseñarles y platicar constantemente con ellos en lengua originaria”.
Sostuvo que “en México coexistimos 11 familias lingüísticas, con 68 agrupaciones y por lo menos 364 variantes, lo que no solo pone de relieve la importancia de nuestra diversidad, sino el gran desafío que representa para nosotros como educadores el poder desarrollar propuestas pedagógicas con pertinencia para todas y todos”.
Chiapas, dijo, es un estado con una presencia “muy importante” de personas que hablan diferentes lenguas, quienes resguardan valores y conocimientos, los cuales pueden ir desde medicinales, artesanales y gastronómicos.
Lamentó que prevalezca la situación de discriminación hacia las personas hablantes, puesto que es uno de los principales motivos para que muchos padres indígenas declinen fomentar la comunicación y la educación de sus hijos en las lenguas dominantes, a fin de crearles condiciones óptimas para el éxito social.
“Es importante que nuestra lengua indígena siempre prevalezca, que vaya adelante y que no quede utilizada solo en las conversaciones entre personas mayores. He observado que los nietos ya no pueden comunicarse con sus abuelos”, concluyó.