El danzón es un baile proveniente de Cuba y sus orígenes se remontan al año 1879.
Su nombre no es más que el aumentativo de danza, baile colectivo de figuras del género cubano llamado habanera o danza criolla.
El ritmo musical es interpretado principalmente con instrumentos de viento, como trompetas y saxofón, que es acompañado con violines, timbales y percusión cubana. Entre los subgéneros que posee se encuentran el danzonete, el mambo y el cha-cha-chá.
A mediados del siglo XIX el danzón llegó a México, una década después de su invención. Sus inicios se dieron en Yucatán, pero el mayor auge sucedió en el estado de Veracruz.
A diferencia de los cubanos, los bailadores mexicanos generalmente pasan por una escuela o academia donde aprenden a bailar correctamente el danzón.
El danzón se compone de cuatro compases y se ejecuta a ocho tiempos; tiene principio, ejecución y terminación.
Esta forma o estilo de bailar es lo que hace al danzón más interesante, pues su estructura musical es un reto para los bailadores.
El arraigo que tuvo el danzón en el país enalteció la unión entre el Caribe y México a través del baile y la música, generó versiones mexicanas de este son que demuestran el ingenio, la creatividad y la capacidad artística del mexicano.