Darán paso a Yaxchilán y a Frontera Corozal
Yaxchilán es uno de los sitios arqueológicos más conocidos en la entidad. Cortesía

Las autoridades de la comunidad de Frontera Corozal, municipio de Ocosingo, ubicada en la Selva Lacandona, informaron que la asamblea acordó reabrir el paso hacia la zona arqueológica de Yaxchilán, cerrado el 11 octubre pasado a causa de la presencia de grupos del crimen organizado.

Esquivel Cruz González, presidente de la comisión para la mesa de diálogo con la Secretaría de Gobernación, dijo que según el acuerdo tomado este sábado por la asamblea de alrededor de tres mil habitantes, los turistas podrán llegar a partir de este lunes 11 de marzo, pero bajo una “nueva normalidad” para garantizar la seguridad.

Los retenes siguen

Agregó que en la entrada de localidad continuarán los retenes con pobladores armados colocados en octubre para garantizar la seguridad de los visitantes y de los lugareños.

-¿Ya hay condiciones de seguridad para reabrir el paso hacia Yaxchilán? –se le preguntó.

-Seguimos nosotros luchando en eso y no vamos a bajar la guardia. Es un reto para Frontera Corozal; es una nueva forma de cuidarnos, no nos vamos a confiar, pero también es importante la parte económica.

En entrevista recordó que el paso hacia la comunidad y a Yaxchilán fue cerrado al turismo el 11 de octubre por acuerdo de la asamblea, luego de que grupos del crimen organizado pretendieron cobrar derecho de piso, por las agresiones, desaparición y asesinato de pobladores, además de que no había presencia de las fuerzas de seguridad federal.

Precisó que la zona arqueológica no fue cerrada propiamente, sino el paso para llegar. “Lo que pasa es que para ingresar es necesario cruzar Frontera Corozal y luego tomar una lancha en el río Usumacinta que está del otro lado; como está cerrado el paso, no había forma de llegar”.

Explicó que “de ida a Yaxchilán son 30 minutos en lancha y de regreso 45 o 50 minutos, más dos horas de visita”.

Además de que el paso a Yaxchilán está cerrado, algunas agencias de viaje anunciaron en enero pasado que suspenderían sus visitas a Bonampak, situada también en esa región, debido a la inseguridad provocada por grupos del crimen organizado y el cobro de derecho de piso. El acceso a esa zona arqueológica está a cargo de otras localidades.

Cruz González reiteró que en la asamblea efectuada este sábado, se acordó “tomar los protocolos de seguridad correspondientes. En asambleas anteriores se había convenido en retirar el polarizado de los vehículos de la gente de la propia comunidad. Ahora discutimos el tema del tema del turismo y analizamos que en ese caso era complicado, por lo que acordamos que se les pondrá un distintivo a todos los turistas, como un cartelón, desde el filtro hacia donde tomarán la lancha. Habrá un control desde el retén hasta el embarcadero”. 

Remarcó: “Vamos a tener puestos de control. Por eso digo que es un reto porque será una nueva forma de recibir a los turistas y no es normal que encuentren retenes en la entrada de una comunidad como esta con personas armadas. Por eso es para nosotros un reto. Es la nueva normalidad y no vamos a bajar la guardia”.

La vigilancia es armada

Insistió en que “los que vigilarán van a estar armados. Habrá personal de la asociación civil Yaxkín Lacandonia, responsable el comité para el tema del turismo. Ellos estarán recibiendo al turismo desde el filtro y lo reportarán a la oficina. A la mejor habrá dos filas, una para turismo local y otra para el nacional e internacional”.