Las organizaciones o grupos sociales que protestan con bloqueos carreteros en diferentes puntos de la entidad llegan a pedir entre 20 y hasta 200 pesos por vehículo para permitir el tránsito de las unidades; dicha situación impacta de forma directa en los vehículos que transportan visitantes, dijo Sismondi Esparza Flores, coordinador de la Mesa de Seguridad Turística del Sector Empresarial en Chiapas.
Entrevistado sobre el tema, recordó que en la última semana se presentaron bloqueos en varias regiones de la entidad, pero con mayor énfasis en el tramo que conduce a Oxchuc.
El problema de esta situación, remarcó Esparza Flores, es que en un día las unidades turísticas pueden toparse hasta con dos o tres bloqueos-boteos, lo que repercute en hasta el 25 % de las ganancias de los pequeños empresarios.
“Ojalá haya un trabajo intenso -de los representantes gubernamentales- antes de que esto continúe; estamos viendo cómo se repiten cada semana. La caseta de Chiapa de Corzo y la carretera a San Cristóbal, no hay semana que no tenga una afectación de una hora o dos horas”, remarcó.
El daño mayor, se refleja en la parte social, es decir, aquellos que pierden un vuelo, no pueden llegar a tiempo a su trabajo o, en el peor de los casos, quienes mueven mercancías tienen que esperar hasta que las vías sean liberadas.
“Lo más lamentable es la imagen, esa percepción de desorden, de inseguridad; las cosas no están bien, eso es preocupante porque lejos de recomendarnos, en redes sociales los comentarios son inmediatos”, lamentó.
El líder empresarial resaltó la necesidad de que las protestas sociales se resuelvan mediante un acercamiento con las instancias oficiales, tomando como base que muchas organizaciones anticipan las acciones que realizarán.
“Llama mucho la atención que las autoridades no tomen cartas -en el asunto- de manera previa; esperan a que estas organizaciones hagan estos bloqueos y nos metan en un aprieto a todos”, subrayó.
Finalmente, el coordinador de la Mesa de Seguridad Turística del Sector Empresarial en Chiapas refirió que las protestas que se hacen en las vías de comunicación le pegan de forma directa a las actividades productivas, pero también a la población que a diario tiene que desplazarse a sus centros laborales.