De la calle al corazón: espacio de segundas oportunidades

De la calle al corazón: espacio de segundas oportunidadesAriadne y Edgar Bielma, fundadores de “Mejor Amigo Adopta”. Carlos López / CP

Lo que inició como una respuesta ante la creciente cantidad de reportes de maltrato y abandono animal, hoy es uno de los refugios más reconocidos en la capital chiapaneca. Fundado desde hace cuatro años por Ariadne Bielma y Edgar Bielma “Mejor Amigo Adopta” es un espacio que se dedica al rescate y la rehabilitación de animales en situación de calle; con 30 perros albergados actualmente y pese a los retos económicos y la falta de conciencia social, este lugar mantiene viva la misión de promover la adopción responsable en la ciudadanía.

La iniciativa, puesta en marcha por los hermanos Bielma, actualmente cuenta con 30 perros que esperan una familia en las instalaciones, mismas que levantaron con recursos propios y que hoy mantienen con apoyo limitado de la ciudadanía y convenios con instituciones educativas y gubernamentales.

“Cada uno de ellos tiene una historia distinta, la mayoría marcada por el abandono y el maltrato, pero aquí trabajamos para que esas historias cambien por una vida llena de amor”, comentó Ariadne Bielma.

El refugio cuenta con dos áreas: una de recuperación, donde permanecen los casos más vulnerables, y otra de estancia, donde conviven los perros en mejores condiciones, ambas fueron construidas mediante una inversión de 70 mil pesos cada una.

Retos

Sin embargo, uno de los retos más grandes es la falta de conciencia al adoptar.

“Muchos adoptan cachorros sin pensar que es un compromiso de hasta 15 años. Tenemos el caso de Morita, una perrita que regresaron después de un tiempo, lo cual la afectó mucho porque ya estaba adaptada a un hogar”, relató.

Aunque la atención a los animales empezó mediante reportes vía redes sociales, actualmente muchas familias acuden a las instalaciones para abandonar a sus mascotas, lo que ha aumentado el número de albergados.

Las donaciones por parte de la ciudadanía son escasas, a pesar de recibir el apoyo del Gobierno Municipal, la demanda de reportes es alta.

El refugio ha albergado hasta 50 perros, sin embargo aumentar el número de atenciones significa reducir la calidad de cuidados en los animales.

“Tenemos convenios con instituciones educativas como Hampton School, quienes hacen donaciones y nos envían voluntarios”, afirmó Edgar Bielma.

Entre los casos, destaca la historia de Ohana, una perrita rescatada en condiciones críticas junto a sus dos cachorros, Lilo y Stitch.

“Llegó con heridas graves y dio positivo a moquillo, pero hoy está recuperada. Sus cachorros ya encontraron hogar, solo falta ella”, explicó.

Reportes

Por otro lado, el refugio recibe entre cinco a diez reportes al día, pero únicamente logra atender dos o tres por semana, debido al límite de capacidad.

“Nos encantaría poder hacer rescates diarios, pero por temas de espacio, de recursos y de tiempo no podemos. Pero si todos no sumamos y formamos parte de esto, no somos indiferentes ante casos como el de Ohana o el de otros perritos, podemos hacer la diferencia en ellos”, enfatizó.

El proceso de adopción incluye requisitos como identificación oficial, comprobante de domicilio y un formato de seguimiento. Asimismo, cada domingo organizan ferias de adopción en distintos puntos de la ciudad para dar visibilidad a los perritos y fomentar la convivencia con potenciales adoptantes.

Finalmente, los fundadores insistieron en que adoptar es cambiar una vida; destacando la colaboración comunitaria como pieza clave para erradicar la problemática de abandono y sobrepoblación de animales callejeros.

“No se trata de buscar razas o tamaños, sino de conocer la personalidad de cada perro. Son seres agradecidos que solo saben dar amor”, afirmó.