Daniel Romero transforma las llantas de carros, motos y bicicletas en artefactos útiles, recicla estos contaminantes que tardan hasta mil años en degradarse y les da una segunda vida; su iniciativa y creatividad lo ha llevado a realizar obras monumentales, como un tiranosaurio rex de tres metros de altura y seis metros de largo.
Daniel proviene de una familia de artesanos y mantiene la tradición desde aproximadamente 11 años. En internet descubrió el arte de las llantas.
“Vi un macetero de flor y me llamó mucho la atención, quise replicarla sin información alguna; me aventuré a hacerla y esa fue mi primera obra en llanta, sin conocimiento, sin tutorial y sin nada, solo por algunas imágenes”, expone y aclara que a partir de ese momento ha realizado cientos de figuras.
Su popularidad y maestría se fue desarrollando, pues ahora le encargan maceteros, columpios, sillones, juegos de sala, botes de basura, y recientemente figuras escultóricas.
Proceso creativo
El artesano expone que a través de sus creaciones busca poner un granito de arena en la preservación del medio ambiente acercándose a la cultura del reciclaje, por lo cual invita a las personas que tengan llantas sin usar, a llevárselas a él o “a personas que se dedican a esto”, pues lo mejor siempre será no tirarlas.
Para realizar estos trabajos el cuidado de la salud es importante, sobre todo al momento de manipular materiales tóxicos. Daniel relata que en este arte se usan constantemente guantes y se tiene bastante precaución al momento de hacer los cortes con los exactos.
“Pero el reto que a mí me gusta mucho es conseguir el mayor número de llantas; para obtenerlas recorremos toda la ciudad y las recogemos de la calle. Voy en mi carrito, veo una llanta tirada y me paro, la levanto y las vamos almacenando para cuando lo necesitemos”.
Entre paréntesis, explica que las llantas deben estar bien controladas, sobre todo en las temporadas de lluvia, pues se generan mosquitos en las cuencas. Posterior a ello, “le damos una lavada y después se ubica en la figura que queremos realizar para hacer los cortes necesarios y comenzar a crear y moldear la figura; luego la vamos cortando con un exacto”.
Y agrega: “Después viene el proceso de pintado, se pone la pintura base, los colores y los detalles”, expone sobre las piezas sencillas; sin embargo, las esculturas requieren más dedicación.
Daniel ha realizado diversos dinosaurios como parte de un proyecto cuando se trata de una escultura de este tipo, el cual es un proceso mucho más elaborado y estudiado.
“Es igual, las llantas las recogemos y se lavan, después se hace una estructura de herrería y la empezamos a forrar con las llantas. La primera parte es a la que llamo músculos; luego se van trenzando entre la herrería, de tal manera que no se salga tan fácil.
“Después de eso ya le ponemos la piel encima y se le va dando forma; en total el T-Rex tiene 22 capas y se usaron alrededor de 120 llantas, tanto de carro como de moto”, apuntó, explicando que en total, con el proceso de pintado, tardó más de 50 días en realizarlo.
El tiranosaurio rex es la tercera escultura que realiza como parte del proyecto Llantarte Jurásico, siendo el más grande de la colección, incluso algunas piezas han sido adquiridas por el Museo de la Niñez.
El artesano invitó a la ciudadanía a darse una vuelta por las redes sociales, donde se pueden apreciar y adquirir sus productos. También pueden encontrarlo en Facebook como Llantarte Chiapas y Artesanías.