"Recientes decisiones del Poder Judicial han puesto en el plano de los debates nacionales la probidad de jueces y magistrados, sobre todo en aquellos casos relacionados con el narcotráfico. El gobierno federal ha dicho que lamenta las continuas liberaciones de detenidos relacionados con el tráfico de estupefacientes, a las que considera ""excesivas para ser casuales"".
La misma Presidencia de la República reclamó ayer del Poder Judicial un trabajo ""más transparente y honesto"" en la impartición de justicia, pues el combate a la criminalidad es socavado, dijo, por jueces que ""sospechosamente"" liberan a narcotraficantes. ""Si el Poder Ejecutivo cumple con su tarea y el otro poder libera a los delincuentes, no vamos nunca a poder hacer frente y eliminar el crimen organizado"".
El vocero presidencial subrayó que esta dependencia es respetuosa de las decisiones tomadas por otros poderes, pero considera que ""la sociedad necesita tener garantía de que todos los funcionarios, de todos los poderes, actúan con honestidad"". Bien que lo diga. Y, ciertamente, es bueno que todos revisemos a fondo las decisiones de los jueces y conozcamos de raíz si sus resoluciones y sentencias se apegan a Derecho o si pudiera existir asomo de duda respecto de la transparencia y legalidad de las mismas.
Todos en México necesitamos un Poder Judicial limpio, honesto y transparente, que litigue sin sombras de sospecha. Hasta ahora hay un acuerdo mayoritariamente aceptado por la sociedad en el sentido de considerar las resoluciones de jueces y magistrados como válidas y libres de suspicacias.
Eso es necesario, pero se debe subrayar aun más y sin asomo de dudas en momentos en los que el Poder Judicial se ubica en el centro del gran debate nacional, ya por voluntad propia, ya por la circunstancia de los asuntos que ha debido tratar en las últimas fechas; ya del orden civil, ya del orden penal e, incluso, en asuntos de carácter político, electoral y económico, los cuales antes rara vez llegaban a estas instancias.
Precisamente por la importancia que ha adquirido, el Poder Judicial debe ser visto al mismo tiempo con la consideración que un órgano de justicia merece y con tal cuidado que podamos alejar de ahí cualquier dejo de sospecha en cada uno de sus actos, como es el caso, por ejemplo, de aquellos acusados de estar involucrados en asuntos de narcotráfico: se debe velar por hacer congruentes nuestros sistemas de procuración de justicia con los de su aplicación.
Si bien es cierto que hay que velar por la probidad y transparencia de nuestro sistema de justicia, esto debe incluir, asimismo, las actuaciones de los ministerios públicos y de las procuradurías de todo el país en la integración de las averiguaciones previas a las que, con frecuencia se acusa de estar ""mal integradas"" y, por lo tanto, el acusado logra su libertad no por sus méritos de inocencia sino por deméritos procesales.
El Poder Judicial es hoy centro de la vida nacional y debe fortalecerse y transparentar cada una de sus acciones. En EL UNIVERSAL así lo entendemos y por lo mismo iniciamos la publicación de una página catorcenal denominada ""Justicia a debate"".
Así, la información generada en la materia y el análisis cuidadoso de los temas, en favor o en contra, estarán dispuestos para nuestros lectores con el fin de encontrar eco en sus propias reflexiones y para que este espacio dé luz sobre tales asuntos , su administración e impartición de justicia. Debe haber debate, pero también certezas. (El Universal).
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Debate por la justicia
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