Dedican oraciones por quienes sufren extorsión

En medio de la Jornada Nacional de Oración por la Paz, y este fin de semana especialmente dedicado a la oración por quienes padecen extorsión, al menos a dos sacerdotes de la Arquidiócesis de Tuxtla intentaron extorsionarlos vía telefónica.

Durante la acostumbrada conferencia dominical, el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, monseñor Fabio Martínez Castilla, comentó que en todas las diócesis de México se continúa con la Jornada Nacional de Oración por la Paz, y al mismo tiempo reconoció que dos sacerdotes recibieron llamadas para internar extorsionarlos, pero no fueron víctimas.

Recalcó que en días pasados los obispos de México han convocado a todos los fieles católicos y a las personas de buena voluntad a sumarse al proceso que contempla un itinerario de oración, conversación y discernimiento a nivel local y nacional, con lo cual buscan promover la participación de actores diversos para articular iniciativas que lleven a mejorar el sistema de justicia, las estrategias de seguridad y así poner las bases para la paz.

Iglesia denuncia la violencia

“Desde hace muchos años, la Iglesia, en voz de sus obispos, ha venido denunciando el aumento de la violencia y otras actividades delincuenciales causadas por organizaciones criminales en nuestra patria”, comentó Martínez Castilla.

Detalló que algunas de las actividades criminales más comunes en este contexto son: el narcotráfico, el secuestro, la trata de personas, el lavado de dinero, distintos tipos de extorsión y las ejecuciones intimidatorias.

A decir del líder religioso, la extorsión es una forma de violencia que gana terreno, la cual consiste en la intimidación de una persona mediante amenazas, contra la libertad o integridad física propia o de sus familiares, e incluso contra su patrimonio, con la finalidad de conseguir de ella trasferencias de dinero o comportamientos contrarios a su voluntad.

“Las actividades de la delincuencia organizada tienen raíces hondas. Quizás antes no eran tan evidentes como lo son ahora, por la cruel violencia que ejercen sobre muchas personas y sobre la sociedad”, sostuvo.

Además, dijo que lamentan profundamente que no haya sido combatida de manera oportuna y que se haya dejado crecer. Sin embargo, “no podemos quedaros cruzados de brazos, esperando que las soluciones vengan solo de las autoridades”.

Así que como ya lo han dicho en más de alguna ocasión: “Reconocemos que como católicos debemos comprometernos por la paz, pidiendo, dialogando y trabajando por ella; con la conciencia que no podemos quedarnos callados ante las injusticias”.