Ser mujer y defensora de los derechos humanos “nos coloca en un estado de vulnerabilidad muy alto”, y en un contexto donde, en lo que va de la administración, en México han muerto más de 100 defensoras y defensores de derechos humanos (DD. HH.), destacó la investigadora Cándida Aremi Gutiérrez Zenteno.
En el conversatorio “Los desafíos de las defensoras de derechos humanos en el estado de Chiapas”, organizada por el Órgano Público Electoral, la defensora destacó que actualmente el lema de cero tolerancia a la violencia contra las mujeres es un ideal, “pero tenemos que hacer realidades”. Recalcó que son diversos problemas que enfrentan las mujeres que se dedican a la defensa de derechos.
Uno de los principales, dijo, “lo solemos encontrar en el seno familiar, cuando decides acompañar un caso de defensa lo primero que te dicen es ¿no tienes miedo?; y si vamos a una comunidad alejada te dicen que como mujer no debes viajar de noche, debes ir acompañada, que vaya un hombre contigo, para que no seamos víctimas posteriormente”.
Estereotipos
Los estereotipos y calificativos también son un problema, pues relata que cuando acompaña a denunciar ante medios de comunicación a un grupo de mujeres, es común escuchar calificativos.
“Estas señoras no tienen nada qué hacer, solo andan alborotando, están haciendo problema, están peleadas con la vida, a las mujeres les gusta el chisme”, comentarios comunes que se ejercen con violencia y son una forma de discriminación.
Sin embargo, la impunidad es el eje central, ya que “todos los días en las noticias vemos que mujeres y defensoras de derechos humanos son asesinadas, y pues infortunadamente encontramos que estos casos no son resueltos porque son manipulados por el Estado”.
Si bien destacó que existe una violencia generalizada multifactorial, también hay una violencia específica en contra de las mujeres, y esa “hay que tomarla por su nombre, es la violencia machista”.