Los cambios en el uso del suelo y la vegetación están generando un aumento en la ocurrencia de deslizamientos de ladera en la región Zoque, al norte del estado.
El estudio, recién publicado en la Revista Internacional de Ciencia y Tecnología de la Información Geográfica, destaca cómo la transformación de bosques y selvas en áreas para agricultura y pastoreo ha incrementado de manera significativa la susceptibilidad a estos fenómenos.
Disminuyen los bosques
Mediante el uso de imágenes satelitales y sistemas de información geográfica, el análisis mostró que entre 1986 y 2020, la selva alta y el bosque disminuyeron en un 6.04 % y 27.79 %, respectivamente.
En contraste, el suelo desprovisto de vegetación aumentó en un 267.59 %, seguido por los pastizales y las zonas agrícolas. Estas transformaciones, localizadas en pendientes superiores a 25°, han creado condiciones propicias para deslizamientos, en especial cuando se combinan con eventos climáticos extremos.
El estudio fue desarrollado por la investigadora Irma Lisset Iglesias Carreño de la Universidad de Guadalajara, junto con María del Carmen Salgado Hernández y Rosalva Pérez Gutiérrez, ambas de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Métodos de evaluación
Su trabajo combinó métodos de evaluación espacial multicriterio y el Proceso de Análisis Jerárquico para modelar la susceptibilidad del terreno, identificando que el 2.43 % del área total presenta niveles de riesgo alto o muy alto.
Los resultados subrayan la necesidad de incorporar estos hallazgos en la planificación territorial y en estrategias de prevención de desastres, especialmente en municipios como Bochil, Pueblo Nuevo Solistahuacán y Copainalá, donde se concentran las zonas de mayor riesgo.