Dejar de fomentarlo también está en la ciudadanía

Una forma de combatir el trabajo infantil en la capital chiapaneca, además de los esfuerzos institucionales, es que la ciudadanía deje de comprarles artículos y pagar servicios a los niños que trabajan en cruceros viales, en la calle y tampoco darles monedas.

Lo anterior lo comentó en entrevista la procuradora del DIF Tuxtla, Juventina Avendaño López, el darles dinero o comprarles algo a esos niños fomenta el trabajo infantil debido a que muchos de estos menores se encuentran acompañados de sus padres y son empleados por estos como una fuente de ingresos.

“El llamado es a no dar ese peso a ese niño que se encuentra en el crucero, a no darle, a no comprarle; si le seguimos dando ese peso al niño que se encuentra en el crucero; el niño sigue siendo una fuente de ingreso para los papás y eso significa que difícilmente podamos retirarlos”, sostuvo.

La funcionaria detalló que la mayoría de denuncias por trabajo infantil que llegan al DIF Tuxtla es a través de las redes sociales, por lo que al recibirlas, la dependencia tiene que recabar los datos, para saber dónde se localiza el niño, niña o adolescente a fin de poder corroborar la información y así poder confirmar que la denuncia sea verídica.

“Acudimos al crucero en donde se encuentra el niño vendiendo ahí tenemos que abordar a los papás que comentaba que se dejaba una invitación se les exhorta primeramente a que retiren a sus hijos de los cruceros por el riesgo que existe de que estén ahí”, expuso.

En ese sentido, indicó que los cruceros de la ciudad son los en los que generalmente hay más afluencia de trabajo infantil y que muchos de los menores dedicados a este son niños que vienen de zonas de los Altos que se encuentran en la mayoría acompañados de sus papás.

Avendaño López precisó que la mayoría de las denuncias que han recibido en el DIF Tuxtla son del crucero del puente de colores al poniente y del lado oriente del crucero de la Diana cazadora.

La funcionaria resaltó, para finalizar, que el crucero de la Diana cazadora es el punto de la ciudad en donde se tiene un mayor número de niños no acompañados por adultos dedicados a la venta y pedir dinero a los automovilistas.