Dengue se redujo hasta un 89 %

Desde el inicio del programa en febrero, se recogieron más de 30 mil llantas. Diego Pérez / CP
Desde el inicio del programa en febrero, se recogieron más de 30 mil llantas. Diego Pérez / CP

El secretario de Salud Municipal de Tuxtla Gutiérrez, Marco Antonio Ordóñez Juárez, informó que a través del programa “Retos en Salud Pública”, la capital chiapaneca se mantuvo libre de dengue casi en su totalidad durante la temporada más crítica del año, sumando a las acciones que lograron la reducción de un 89 por ciento los casos de esta enfermedad en comparación con 2024; mientras destacó la participación ciudadana y la eliminación de más de 30 mil llantas como factor clave.

El funcionario explicó que este resultado fue posible gracias a una estrategia integral enfocada en la eliminación de criaderos de mosquitos y no solo en la fumigación, así como al trabajo coordinado con la Secretaría de Salud del Estado.

“Ya pasó octubre, que era el mes más complicado, y la capital se mantuvo libre de dengue. Los hospitales no se saturaron como el año pasado y, afortunadamente, no tuvimos defunciones”, destacó.

Focos de infección

Entre las zonas con mayor incidencia histórica mencionó las colonias Las Granjas y Patria Nueva, donde se realizaron intervenciones constantes basadas en datos del sistema estatal de monitoreo con obitrampas, que miden la densidad de población del mosquito Aedes aegypti.

Además, desde el inicio del programa en febrero, se recogieron más de 30 mil llantas, consideradas uno de los principales criaderos del vector, por su capacidad de retener agua limpia.

“La fumigación no es la solución más importante. Lo que realmente evita el dengue es destruir los criaderos. Por eso pedimos a la ciudadanía que nos ayude a mantener sus patios limpios y revisar los lugares donde se acumula agua, como tinacos sin tapa o los trastes donde toman agua los animales”, señaló.

Temporada alta

Además, recordó que los meses de septiembre y octubre son los de mayor riesgo debido a la temporada de lluvias, cuando el agua se acumula en recipientes y objetos abandonados.

Sin embargo, las acciones preventivas iniciadas desde febrero permitieron que, al llegar las lluvias, el número de criaderos fuera mínimo.

El funcionario subrayó que este modelo de trabajo, basado en la participación social y la prevención, será reforzado en 2026 con nuevos operativos en la zona norte-oriente de la ciudad.

“Podemos fumigar hoy, pero si no quitamos los criaderos, los mosquitos volverán a nacer. Por eso, entre menos fumiguemos, mejor. La clave está en que la ciudadanía se sume y mantenga sus entornos limpios”, concluyó.