Rocío “N”, una mujer de 49 años de edad y empleada de la Secretaría de Educación, denunció ante este medio de comunicación un grave caso de negligencia médica, ya que tras un mal diagnóstico en el Instituto Mexicano del Seguro Social en la Clínica 25, un cáncer en el ovario derecho le provocó la formación de un tumor de ocho kilos.
Motivo por el que fue intervenida en la Ciudad de México; tras haber cubierto los gastos que generó, ahora en Tuxtla, el IMSS no le quiere otorgar la incapacidad a pesar de que su caso es de suma gravedad y requiere viajar de nueva cuenta al centro de país para verificar que el tumor maligno no haya regresado.
“Fui intervenida el pasado 7 de noviembre de 2019 en el hospital de Oncología Siglo XXI de la Ciudad de México, cuya operación tardó doce horas”.
Lamentó que el primer diagnóstico que le dieron los médicos de la Clínica 25 haya sido erróneo, ya que eso provocó que la enfermedad avanzara, por ello fue que el tumor que le extirparon llegó a pesar cerca de ocho kilos y abarcaba todo su estómago.
Después de la operación, tardó 15 días para regresar debido a la gravedad de la cirugía, ya que la mayoría de los órganos internos le fueron removidos.
Esto le generó gastos de hotel, alimentación y transportación junto con a su acompañante, su madre de 74 años de edad que ha sido su único apoyo.
La mujer expone que pasada esta primera etapa, tendrá que ser sometida a revisión para verificar que el tumor no vuelva a crecer, por lo que tendrá que estar viajando cada tres meses.
Incapacidad
Sin embargo, señaló que una vez canalizada a la clínica del 5 de Mayo, a la cual acudió el pasado viernes 24 de enero por la tarde para solicitar el seguimiento de la incapacidad y la dotación de medicamentos que son Celecoxib y Buprenorfina, el segundo es un medicamento para mitigar el dolor que le ocasiona la herida de 70 puntos que le dejó la intervención.
En esta clínica no la atendieron, le notificaron que es apta para ir a trabajar, además de que el médico del área de Oncocirugía, a pesar de saber de la gravedad del caso, le negó la información para el seguimiento de su tratamiento médico.
Esto a pesar de que en el hospital de la Ciudad de México aclaran que el seguimiento debe hacerse en Tuxtla y que la incapacidad debe aplicarse.
En este panorama, remarcó que su estado de salud no es favorable, puesto que el diagnóstico de cáncer está vigente, por lo que el tratamiento en caso de llevarse con éxito tardará un promedio de cinco años.
Ante ello pide al director general del IMSS, Zoé Robledo, voltear a ver su caso, que es un tema que se repite con muchos pacientes que acuden al Seguro Social, donde en lugar de encontrar el apoyo en el tema de salud reciben indiferencia, malos tratos y en su caso, un mal diagnóstico que le pudocostar la vida.