A pesar de la vigilancia en la región aún existen caza y comercialización ilegal de aves en peligro de extinción, lo que provoca el desplazamiento de su hábitat natural, además de que la contaminación afecta la diversidad de aves migratorias que llegan a establecerse por temporadas en la zona, expuso en entrevista, Fernando Bautista, responsable de educación ambiental del programa Hábitat Natural e integrante del Programa de Aves urbanas de CONABIO

El entrevistado perteneciente a esta organización no gubernamental, que busca la protección del medio ambiente, su flora y fauna, denominada “Activando Cambios inclusivos para la sustentabilidad”, Fernando Bautista destacó, que en el Soconusco “está creciendo el interés por la observación de las aves endémicas y migratorias que solo en esta zona de diversidad biológica podemos encontrar”.

Señaló que entre la zona costera y la montaña más alta del sur del país, el volcán Tacaná, se tiene un estimado de 600 especies de aves, tanto de especies migratorias como endémicas, entre las que destacan la tangara chiapaneca, el pavón y el quetzal.

Detalló que a pesar de las diversas especies que tienen presencia en la zona muchas están en peligro de extinción debido a la captura ilegal por parte de los comuneros, con el fin de comercializarlas, situación que es preocupante porque el número de animales es cada vez menor cada año.

El también integrante de la CONABIO en el Programa de Aves urbanas, puntualizó que tan solo el grupo de los psitácidos, que incluye, las guacamayas, loros y pericos, alrededor de cinco especies están en peligro, aunque también están las aves rapaces, como aguilillas y halcones, principalmente son amenazadas por la caza ilegal y por la deforestación, que obliga a desplazarse por la pérdida de su hábitat natural.