Un grupo de profesionales de áreas como la Salud Pública, Economía y las ingenierías Civil Industrial, Biomédica y Mecánica, de países como México, Chile, Finlandia, España y Estados Unidos, están desarrollando un brazalete para atender a los pacientes que sufren de Parkinson en etapa temprana, situación que les ayudará a mejorar su calidad de vida.
Desde Oporto, en Portugal, Martín Solórzano, estudiante del doctorado en Salud Pública (originario del municipio de Rayón, en Chiapas) y Tomás Rifo, ingeniero civil industrial (de Chile), hablaron con Cuarto Poder respecto de la participación que tienen en la European Innovation Academy, evento que ha reunido a 500 jóvenes (de 80 países del mundo) para que busquen soluciones a problemas modernos.
Sectores vulnerables
El trabajo en el que participa el chiapaneco consiste en sacar al mercado el dispositivo llamado MIA (Movimiento, Independencia y Autonomía) que podría ayudar al 40 y hasta 80 % de pacientes (con Parkinson) que tienen congelamiento de la marcha o complicaciones para caminar debido a la falta de coordinación entre el cerebro y la parte baja del cuerpo.
Tomás Rifo, la persona que creó el brazalete en el 2019, explicó que la pulsera funciona con estímulos sensoriales externos como el visual, auditivo y vibratorio, cuya función es que los pacientes focalicen su atención para que, cuando enfrenten esa sensación de “pies congelados o inmóviles”, puedan desplazarse sin problemas.
En las imágenes compartidas por estos profesionales, se puede ver que MIA tiene un diseño parecido a un reloj. En la misma plataforma https://mia.rivainn.com se explica que otro de los beneficios que ofrece es que da mayor confianza para caminar a las personas que sufren Parkinson.
Rifo explicó que el dispositivo tiene una aceptación cercana al 80 % en personas que lo han utilizado. De acuerdo con lo comentado, no hay en el mercado algo similar con tres estímulos. Los que se ofertan son más grandes, incómodos y costosos; van de los 500 a mil euros.
El siguiente paso es que los jóvenes consigan inversionistas para poner el dispositivo en el mercado y se pueda llevar no solo a Latinoamérica, también a Europa y otras partes del mundo. En la actualidad el brazalete tiene un precio de 150 dólares y se puede vender sin ninguna licencia de por medio, debido a que es un objeto de asistencia y no reemplaza los tratamientos médicos que deben seguir los pacientes.
Funcionamiento de MIA
Cuenta con tres botones. El que se asigna para la luz contiene un láser, el paciente puede seguir ese puntero para continuar con su camino.
La vibración es rítmica por un periodo de 30 segundos y permite al paciente retomar la concentración. En la parte auditiva, lo que hace el brazalete es que emite un sonido que marca la pauta a la persona para seguir con su marcha.
Los jóvenes que están con este proyecto pretenden crear una aplicación a fin de que el paciente pueda seleccionar el color o la forma de la luz; el tiempo y volumen del sonido, además del ritmo en la vibración para que la adaptación del paciente sea mejor.
MIA se usa desde el momento que la persona inicia sus actividades diarias y los estímulos se pueden aplicar a partir de que ocurra el congelamiento de los pies. La pulsera ocupa una carga tipo USB y en una hora queda listo. La duración de las baterías varía, pero en algunos casos puede dilatar hasta una semana.