Chiapas es uno de los estados con mayor diversidad genética de maíz y frijol en el país. De las 59 razas de maíz registradas en México, entre 23 y 24 son los que se han registrado provenientes de la entidad chiapaneca, sin embargo, la pérdida progresiva de estas variedades ha incentivado el rescate por parte de investigadores y productores.
Con el objetivo de fortalecer la producción sostenible de cultivos esenciales, el investigador Magín González Moscoso realiza su estancia postdoctoral en el Instituto Tecnológico (TecNM) de Tuxtla Gutiérrez, donde desarrolla el proyecto “Nanofertilizantes como alternativa sostenible para el cultivo de maíz criollo y frijol en Chiapas”.
Indicó que somos un estado productor, “en frijol ocupamos el quinto lugar. La Frailesca, por excelencia, produce desde hace muchos años; sin embargo, se han ido perdiendo”.
Riesgo
La problemática no solo involucra al maíz: en el caso del frijol, además de las variedades comunes, existen especies como patashete o escumite, con propiedades benéficas para la salud y que hoy se encuentran en riesgo de desaparecer.
El proyecto evaluará el impacto de nanofertilizantes metálicos, nanopartículas de calcio y nanografeno en cultivos; busca mejorar la eficiencia en la entrega de nutrientes, optimizar el crecimiento de las plantas y reducir el impacto ambiental de fertilizantes convencionales.
Planes
Además, se pretende promover prácticas agrícolas innovadoras que contribuyan a la conservación de estos productos nativos, garantizando la autosuficiencia alimentaria de las comunidades rurales.
La metodología contempla un proceso integral que incluye: Fase de identificación, con una evaluación bibliográfica de la zona productora de Ocozocoautla, Chiapas, recorridos de campo, análisis del suelo y entrevistas con productores.












