"Cinthya Vasconcelos * CP. La contaminación de los afluentes del río Sabinal se traduce en una serie de riesgos para la ciudad capital, toda vez que las descargas clandestinas de aguas residuales y los desechos sólidos que irresponsablemente tiran algunos habitantes, resultan nocivos para la salud de los pobladores y para el medio ambiente, así como un factor de inundación, coinciden ciudadanía y autoridades.

Una alternativa para aminorar estas consecuencias es el desazolve, tarea difícil y riesgosa, específicamente en los arroyos embovedados, comentan dos ""hombres rana"", trabajadores del SMAPA, que desde hace cinco anos llevan a cabo esta labor.

En estos días, el Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (SMAPA) inició un programa operativo en los más de 30 kilómetros de afluentes que recorren la capital del estado, que consiste en introducir maquinaria y personal operativo a los afluentes para retirar todo tipo de desecho, así como para detectar descargas clandestinas de drenaje sanitario, explica René León Farrera, director de Operación y Mantenimiento de SMAPA.

El funcionario municipal estimó que hay alrededor de cinco drenajes sanitarios clandestinos por cada kilómetro de afluente, pero además, preocupa el hecho de que todo tipo de desechos sólidos obstruyen el cauce, lo que aumenta el riesgo de inundaciones, indica.

Con esta contaminación los habitantes están expuestos a la fetidez ocasionada por las aguas negras, a focos de infección y a fauna nociva, como zancudos y ratas, por lo que ""es necesario que hagan conciencia"", asentó.

Respecto al trabajo de los ""hombres rana"", León Farrera mencionó que el personal operativo se introduce en los embovedados con trajes especiales y máscaras de oxígeno, para encontrar descargas clandestinas y verificar el grado de contaminación con desechos sólidos, para que posteriormente se clausuren y desazolven.

Luis Alberto Gómez y Rubén Pérez Díaz, son dos trabajadores de SMAPA que desde hace cinco anos se desempenan como ""hombres rana"", han recorrido kilómetros de afluentes ataviados con su traje verde, unas botas impermeables y una máscara conectada a un depósito de oxígeno, pues su trabajo en los embovedados los expone a aguas negras, algunos tipos de gases, olores fétidos y a una mínima cantidad de oxígeno.

Tras un recorrido de 300 metros por el canal pluvial Poc Poc, los dos trabajadores se quitan las máscaras y aflojan un poco su estorbosa -aunque necesaria- vestimenta verde. Acostumbrados, los ""hombres rana"" conceden la entrevista aún dentro de sus trajes de protección.

Luis Alberto comenta que realizan recorridos dependiendo de las órdenes de trabajo de la Dirección de Operaciones y Mantenimiento, ""pero es un trabajo difícil, de riesgo e insalubre que no cualquiera hace"".

En los cinco anos que tiene realizando esta labor relata que en los afluentes de la ciudad ha encontrado todo tipo de cosas, desde basura, objetos, muebles, ropa interior, pero lo más impresionante han sido los fetos, recalca.

Rubén Pérez ratifica lo dicho por su companero, y agrega que también han encontrada culebras, y reitera lo riesgoso del trabajo.

Una vez entramos en una tubería en la calzada al rastro, durante un recorrido de 350 metros se perdió la comunicación y sólo me hacían senales con las luces, pero me jalaron con la cuerda hasta que pude salir, cuenta el ""hombre rana"", sobre la ocasión en que casi lo arrastra la corriente pluvial, ""hasta tragué aguas negras"". Sin embargo, es una labor en la que son expertos y que desarrollan en beneficio de sus familias y de los tuxtlecos.

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