El paisaje circundante y cavernoso fue asimilado y representado por los zoques en la cerámica negra ahumada, como una forma de petición simbólica de lluvia, de acuerdo a la investigadora independiente, Alla Kolpakova, y el director de estudios Arqueológicos del Instituto Nacional Antropología e Historia, Josuhé Lozada Toledo.
La cerámica analizada proviene de la Depresión Central de Chiapas, específicamente del área de Ocozocoautla-Cintalapa. Se trata de 39 tiestos de cerámica, de los cuales 27 son de color negro que, de acuerdo al reporte, la cerámica negra fue localizada en mayor proporción en las cuevas húmedas.
Lo cual coincide con la oscuridad o penumbra de la cueva y se vincula al agua, pues explicaron que los platos y cajetes fueron consagrados a los dioses del agua, cielo y tierra. Conclusiones que sacaron a partir de las formas de los dibujos y diseños que en su mayoría son triángulos, con dos interpretaciones.
“La primera consiste en que el diseño del triángulo achurado, con la punta hacia arriba en la cerámica zoque, representaba a las montañas de agua (altepetl) que contienen o generan agua y lluvia, y por lo tanto, consideradas como sagradas”, expresaron.
En ellas suelen haber líneas diagonales que rellenan un triángulo, siendo alegoría de los arroyos o manantiales que fluyen, tanto al interior como al exterior del relieve.
Simbolizando el agua, dado que muchos de los cajetes fueron localizados al interior de las cuevas; agregaron que fueron depositados por los antiguos zoques justo debajo de las estalactitas para poder colectar agua “virgen”.
En este sentido surge la segunda interpretación, la cual sugiere que los diseños de triángulos con la punta hacia abajo o incluso hacia arriba, pueden funcionar como una representación de las estalactitas y estalagmitas.
El descubrimiento permitió afirmar que la cerámica negra predominó durante el Clásico temprano y el Clásico medio, en la Depresión Central de Chiapas, y se considera un indicador de la cultura zoque. Además, su localización en los espacios ceremoniales indica que su uso era para rituales.
Es una zona rica con presencia de sitios arqueológicos: áreas con arquitectura, grutas, simas, cuevas, abrigos rocosos y yacimientos de pedernal, tanto adentro como afuera de la Reserva de la Biosfera Selva El Ocote.
Además, explicaron indicar la aspiración de la élite zoque por marcar su propia identidad y distinguirse de los vecinos mayas que empleaban la cerámica naranja y estaban expandiéndose hacia el territorio chiapaneco, desde Guatemala, amenazando el dominio zoque sobre el territorio adyacente y sobre las rutas de comercio.