“No me lo van a creer, tienen un árbol único en el mundo”, fueron las palabras que expresó el biólogo Héctor Gómez Domínguez, a los propietarios de un cafetal cuando descubrió la Amphitecna fonceti; le pareció increíble que no lo hubieran descrito al tratarse de un árbol que llega a crecer hasta los cinco metros, sin embargo, se dio cuenta que su distribución está en no más de seis ranchos en la región frailesca.
El proyecto de “Pago por servicios ambientales” le cambió el ‘chip’ a René Hernández, dueño del cafetal donde se descubrió esta especie, y quien por cierto, recibió recientemente un premio por su modelo de conservación, y además ayudó al registro de esta especie.
“Esa es la importancia de la conservación, saber que tú, con un proyecto, y un pequeño cambio, vas a proteger especies únicas en el mundo”, resalta el biólogo Hector, al tiempo que relata fue tras un paseo para demostrar los trabajos de conservación que descubrió esta especie.
“Y este árbol, por qué lo dejó, le pregunté, y me respondió: es que es medicinal, cuando los niños tienen tos, agarras la carnaza de la jícara, lo calientas y se lo pones en el pechito, y así absorbe el frío para los resfriados”, relató.
Nueva especie
Externó que ese árbol nunca lo había visto y decidió enviar fotos a un colega experto en la familia, de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), quien le confirmó que, efectivamente, se trató de una especie nueva y sin registro. Y así comenzó la ardua tarea.
“Vamos a trabajar en equipo, ustedes van a anotar de qué fecha a que fecha da flores, y en qué fechas da fruto; yo mediré las hojas y tomaré datos del tronco”, dijo emocionado a los dueños del predio y demás colegas. Terminados los trabajos de registro, faltó poner el nombre y Hector, decidió dedicar esta especie al Fondo de Conservación El Triunfo o Foncet, y la llamó Amphitecna fonceti.