Expertos revelaron hallazgos clave en lagunas de Chiapas que amplían el entendimiento de la cultura maya prehispánica y su relación con el agua, esto en el marco de la conferencia “Arqueología Subacuática: Caso Metzabok, Selva Lacandona”, organizada por la Federación Mexicana de Actividades Subacuáticas (FMAS).
El evento, transmitido en vivo desde Tuxtla Gutiérrez, contó con la participación de arqueólogos, buzos científicos y representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
El doctor Josué Lozada Toledo, líder del proyecto, destacó el descubrimiento de cinco sitios arqueológicos subacuáticos en el sistema lagunar de Metzabok, donde se identificaron ofrendas rituales, basureros domésticos y vestigios de navegación maya.
Entre ellos sobresalen cerámicas trípodes, puntas de proyectil de pedernal y restos óseos humanos y de fauna, estos últimos asociados a rituales y actividades cotidianas.
“El agua no era solo un recurso, sino un portal al inframundo (Xibalbá) para los mayas. Los riscos con arte rupestre funcionaban como mediadores entre las deidades y los habitantes”, explicó Lozada.
Buceo científico
José Juan Jiménez González, biólogo e instructor de buceo, detalló las técnicas empleadas en las prospecciones, como fotogrametría 3D y el uso de drones submarinos para mapear fondos de hasta 50 metros de profundidad.
“La visibilidad limitada y la sedimentación exigieron protocolos rigurosos. Cada inmersión requirió entrenamiento especializado para evitar daños al patrimonio”, señaló Jiménez.
Futuras exploraciones
Durante el panel, se subrayó la importancia de la colaboración entre instituciones como la FMAS, la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) y comunidades lacandonas.
Sergio Montes Quintero, director del Área de Protección de Flora y Fauna de Metzabok, resaltó el equilibrio entre conservación e investigación; “Estos vestigios no solo son historia, son parte de la identidad viva de los pueblos originarios”, declaró.
En la sesión de preguntas, los expertos invitaron a buzos certificados y arqueólogos a sumarse a futuras campañas, enfocadas en explorar embarcaderos prehispánicos y analizar técnicas de pesca ancestral.
Próximos pasos
El proyecto, que inició en 2005, buscará ampliar su alcance a otras lagunas del Corredor Lacandón, como Miramar, con apoyo de tecnología Lidar y métodos no invasivos.
“Queremos encontrar evidencia de canoas o herramientas de pesca. Cada objeto cuenta una historia”, concluyó Josué Lozada.