Aunque reconoce la buena voluntad de las autoridades, José Antonio aún espera saber el paradero de su hijo Miguel Ángel Martínez, desaparecido el año pasado y de quien no se sabe ningún tipo de información, por lo que pide a la sociedad y autoridades que le ayuden a resolver su situación.
El 3 de marzo de 2019, Miguel Ángel Martínez Pizano salió de su domicilio ubicado en el barrio Cruz Grande, de Comitán de Domínguez, con destino al municipio de Villaflores, donde realizaría un trabajo de soldadura, según dijo a sus familiares.
Informó a su padre que en cuanto tuviera dinero en efectivo les enviaría para pagar algunos gastos de tres hijos que tuvo en una relación anterior y que radican en la ciudad de Tapachula, sin embargo, en el trayecto a Villaflores, Miguel Ángel desapareció.
Según reveló José Antonio, existen registros de video de cámaras de vigilancia en donde se puede observar a su hijo arribar a Tuxtla Gutierrez; sin embargo, después de eso no existe mayor información que los ayude a dar con su paradero.
El padre de familia señala que su hijo se mantenía en comunicación permanente con él, pero que que desde ese día ya no supo más, por lo que suplicó apoyo a las autoridades para que el caso sea resuelto, a pesar de que insistió en que ha recibido un buen trato por parte de las autoridades responsables de dar seguimiento a la situación.
En la desesperada búsqueda de su hijo, el denunciante comentó que ha ido a tratar de saber alguna información que lo ayude a conocer si su hijo aún está con vida, o al menos saber lo que ocurrió para poder tener algo de calma.
La situación ha sido sobrellevada por la familia, pero asegura que no ha sido fácil desconocer lo ocurrido, ya que aún mantienen la esperanza de que pronto Miguel Ángel regrese a casa con sus familiares.