La Clínica para la Atención de Parto Humanizado de Tuxtla Gutiérrez, adscrita a la Secretaría de Salud del estado, destaca en su tipo por ser una unidad que está enfocada en atender embarazos de bajo riesgo con manejo no farmacológico del dolor y sin intervención de instrumental, lo que permite brindar una atención con calidad y calidez, ofertar el parto horizontal y vertical de manera gratuita, y ponderar la vida del binomio madre e hijo.
Las mujeres embarazadas pueden ingresar a esta clínica por tres diferentes vías, siempre y cuando su embarazo sea de bajo riesgo y sin complicaciones adversas: la primera es que sean referidas del Hospital Regional “Dr. Rafael Pascacio Gamboa”; la segunda es que quienes lleven su control prenatal en alguno de los centros de salud del Distrito Sanitario Núm. I, también pueden ser referidas; y la última es que si llevan su control prenatal con algún médico particular pueden acercarse a pedir el servicio, que es totalmente gratuito.
Desde que abrió sus puertas el pasado 13 de septiembre y hasta la fecha, la clínica ha atendido alrededor de 40 partos humanizados, donde madres e hijos han egresado con excelente salud, gracias al trabajo coordinado de todo el personal femenino que brinda sus servicios en esta unidad.
A las mujeres que ingresan, primero se les realiza una valoración de triage obstétrico para identificar el riesgo y determinar el ingreso, apegado a la normatividad vigente para la atención del parto de bajo riesgo; se les hacen los estudios de laboratorio y ultrasonografía, así como exámenes de control para conocer el grupo sanguíneo, si presenta o no anemia y si tuviera algún riesgo.
También se vigila el trabajo de parto de las mujeres que ingresan a sala de labor, donde pueden estar acompañadas de un familiar si así lo deciden; se monitorea el binomio madre-hijo, la evolución del mismo y en su momento se detectan desviaciones que podrían complicar la atención; se realiza el parto normal, respetando la decisión de la paciente al elegir el tipo de atención, ya sea parto vertical u horizontal.
Lo anterior sin exigir intervención instrumental ni manejo farmacológico del dolor; se sustituye por métodos como las pelotas de yoga, masajes, musicoterapia y uso del rebozo, así como el no ayuno mientras está en labor de parto. Esto con personal adiestrado con competencia técnica, apegado a los protocolos establecidos y evitando complicaciones materno-perinatales.
Los cuidados inmediatos del recién nacido son el apego inmediato piel a piel, pinzamiento tardío del cordón umbilical, lactancia materna exclusiva y valoración de las medidas exactas de las dimensiones del cuerpo del recién nacido y la condición física del mismo para su egreso con la madre; la vigilancia estricta del puerperio inmediato para evitar complicaciones como la hemorragia obstétrica, garantizando el egreso de la puérpera sana con su recién nacido.