Las virtudes humanas y el trabajo filantrópico del doctor tuxtleco, Domingo Chanona Rodríguez, fueron exaltadas por integrantes de la logia masónica que lleva su nombre, con motivo del centésimo aniversario de su muerte.
Ante la tumba localizada en el Panteón Municipal de Tuxtla Gutiérrez, señalaron que “su ejemplo sirvió para muchos vigías como faro, imitando su sed de conocimientos y humanismo, abonando en la creación de un capital humano, que transformaría aquella pequeña ciudad en lo que es hoy, aunque aún se encuentre necesitada de hombres con una profunda moral que le guíen con rectitud por la senda del desarrollo”.
El discurso en conmemoración del centésimo aniversario luctuoso fue pronunciado por el venerable maestro Gabriel Velázquez Toledo, como parte de un homenaje en que los miembros de la fraternidad masónica realizaron una guardia de honor y depositaron una ofrenda floral.
Domingo Chanona Rodríguez, como sus colegas Rodulfo Figueroa y Belisario Domínguez, se caracterizó por emprender acciones humanistas. Hizo su carrera como médico cirujano y partero en Guatemala y a su regreso, en vez de prestarse a la tentación de hacer fortuna con sus conocimientos, consagró su trabajo al mejoramiento de su pueblo.
Por muchos años fue el único médico de Tuxtla, fundó una botica y protegió a los pobres con sus servicios y medicinas gratuitas, ganándose el cariño y respeto de la población.
El 24 de mayo de 1878 fundó la Casa de Salud de Tuxtla Gutiérrez, que sostuvo y mejoró hasta 1891, fecha en que el Gobierno del Estado la tomara por su cuenta bajo el nombre de Hospital General, en que continuó como director hasta 1915.
“Como hombre libre y de buenas costumbres, se hizo francmasón tempranamente, lo que le permitió tener equilibrio en su vida, producto de un estudio meticuloso de las enseñanzas que la orden va orientando y de su cabal entendimiento, lo que se reflejaría en la congruencia de sus actos con el conocimiento que fue alcanzando, hasta llegar al último escalón de nuestra escuela iniciática”.
Domingo Chanona murió el 3 de junio de 1916 a los 74 años. En su memoria se le dio su nombre al Hospital General que fundara, “mismo que hace algunos años despojaran de su legado histórico por preferencias políticas”.
En 1922, los francmasones iniciaron trabajos para la creación de una logia en Tuxtla Gutiérrez, la que, haciendo honor a su memoria, adoptó su nombre, la hoy Logia Simbólica Dr. Domíngo Chanona Núm. 5.
“Nos reunimos para recordar su memoria, pero en especial para reflexionar en que son las acciones de un ser humano lo verdaderamente trascendente en la vida; sus ideas, retomadas por sus hermanos, son lo que lo inmortalizan en el panteón de los bienhechores de nuestro linaje”, concluyó Velázquez Toledo.