En México la población femenina fue mayor en 2018, con un 51.09 por ciento del total de habitantes del país, de las cuales el 41.3 por ciento manifestó haber sido víctima de algún tipo de violencia, y en su forma más extrema, siete mujeres son asesinadas al día.
Lo anterior lo manifestó la legisladora Silvia Torreblanca Alfaro, del Partido Encuentro Social (PES), durante la sesión extraordinaria del pleno del Congreso local, convocada para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Destacó que desde el Palacio Legislativo, durante el año pasado se aprobaron reformas con la intención de mejorar el panorama presentado, que condenan desde el acoso sexual electrónico a menores de 18 años, perseguir la violencia doméstica de oficio, el aumento de la punibilidad del delito de feminicidio.
Sin embargo, dijo que hace falta mucho por hacer porque la violencia contra las mujeres existe, persiste y devasta; en contraparte, hacia los perpetradores hay aún mucha impunidad que corregir.
La mayoría de los hombres no reconoce la igualdad y la dignidad inherente a las mujeres, vivimos en un mundo dominado por los hombres, y la pandemia vino a confirmar que el número de casos de violencia familiar es más grande de lo que se pensaba.
Por otra parte, la legisladora Aida Guadalupe Jiménez Sesma, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), comentó que antes de terminar este día (25 de noviembre), cuatro de 10 mujeres sufrirán violencia sexual, tres de 10 en su trabajo, tres de 10 física, cinco de 10 emocional y al menos 10 serán asesinadas en México.
La violencia contra las mujeres se ha convertido en un problema estructural, presente en todo el mundo, con el propósito de preservar la subordinación al género masculino. Desafortunadamente la violencia ha sido disfrazada y aceptada como una falsa normalidad.
La diputada Iris Adriana Aguilar Pavón, del Partido Chiapas Unido (PCHU), manifestó que la violencia de género es un problema social de grandes dimensiones, ha sido producto de una organización estructurada en relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y mujeres.
Las principales manifestaciones de violencia contra la mujer son las lesiones personales, el homicidio, la violación, abuso, acoso sexual, trata, prostitución, secuestro, tortura y las diversas formas de discriminación, todo lo que menoscaba sus derechos humanos.
El diputado Omar Molina Zenteno, del Partido Podemos Mover a Chiapas (PMCH), dijo que ningún esfuerzo institucional ha sido ni será suficiente para combatir la creciente violencia contra las mujeres.
Es necesario seguir impulsando espacios libres de violencia, implementando políticas públicas con el propósito de favorecer la igualdad y la equidad de género. Eliminar los distintos tipos de violencia, sobre todo la institucional.
Desafortunadamente, la ONU reporta entre nueve y 10 mujeres asesinadas cada día en nuestro país. Sirva esta conmemoración para dimensionar el problema de la violencia.