Destacan trabajos para reducir daños por insecticidas

“Durante la temporada de lluvia se realizan acciones de fumigación para reducir las poblaciones de mosquitos que propagan enfermedades, pero también es importante evitar el daño a los insectos polinizadores”, reconoció el coordinador de la unidad San Cristóbal del Colegio de la Frontera Sur, Benigno Gómez y Gómez.

Los efectos de estos insecticidas pueden permanecer a lo largo del tiempo y también traspasar a quienes se comen a los insectos, por lo tanto, es toda una cadena de tóxicos negativos que esta acción tiene; sin embargo, debe considerarse el efecto que pueden tener altas poblaciones de mosquitos, expuso.

Sobre la afectación de la fumigación a los insectos polinizadores, el especialista dio a conocer que el tema va más allá, pues es necesario hacer este tipo de actividades para contener a las poblaciones de mosquitos que ya se tienen y la fumigación es una acción preventiva.

Especies afectadas

Dijo que hay polinizadores como abejas, mariposas, e incluso moscas o los propios mosquitos machos que se ven afectados por la cantidad de insecticidas que se fumigan en diferentes partes del territorio chiapaneco.

Reveló que en la Unidad Tapachula de Ecosur se hacen investigaciones en el manejo de poblaciones de mosquitos y existe una técnica que consiste en pasar a las poblaciones a nivel de larvas y huevos por radiación, para esterilizarlas y luego liberarlas al medio ambiente; en consecuencia, las poblaciones ya no tienen la capacidad de reproducción y con esto se van bajando las poblaciones de insectos.

Esta podría ser una alternativa y la misma ya se aplicó con moscas de las frutas. Asimismo, dijo que es importante que se realicen acciones previas a las lluvias como el descacharramiento y limpiar áreas donde se pueda almacenar el agua, ya que son lugares donde se desarrollan los mosquitos, pues es donde las hembras buscan cuerpos de agua para depositar larvas que después serán mosquitos.

Explicó que en el caso de México se aplican una serie de insecticidas que van desde los no tan tóxicos como los piretroides, que son de origen orgánico, y están otros que son muy fuertes como el malatión.

Señaló como importante decir que los insectos polinizadores son hipersensibles a los efectos de los insecticidas, esto es, que son mucho más susceptibles a tener efectos tóxicos en su cuerpo y en su comportamiento; estos efectos pueden ser algo que se llama toxicidad directa en el que se daña el sistema nervioso de los polinizadores y afecta su comportamiento: puede reducir la capacidad de sus actividades vitales, se reduce la capacidad de recolección de néctar y polen y con ello, pues también se evita la polinización en el sentido amplio.

Hay otros efectos llamados letales en los cuales también influyen los campos de comportamiento, principalmente en los sistemas reproductivos, en el desarrollo de crías y la capacidad de colocación de huevos e incluso el reconocimiento de sitios donde existan las flores que polinizan, por lo que hay un amplio abanico de efectos nocivos y tóxicos que pueden tener estos insecticidas en los polinizadores.