Detectan daños ambientales en áreas protegidas
Se presentan daños ambientales. Diego Pérez / CP

En el municipio de San Fernando se encuentran dos Áreas Naturales Protegidas (ANP) que desempeñan un papel crucial en la conservación de la biodiversidad y el mantenimiento de los ecosistemas locales; sin embargo, presentan “problemas significativos” que culminan en la deforestación y daños ambientales.

Villa Allende

Para el caso de Área de Protección de Recursos Naturales “Villa Allende”, que cuenta con 16 mil 841.28 hectáreas (has), en las cuales siete mil 232.01 hay núcleos agrarios dentro de ANP, la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), detectó algunas afectaciones.

Esto debido a la venta de terrenos por ejidatarios, especialmente a lo largo de la carretera de Tuxtla a San Fernando, para una planta de residuos tóxicos al sur del municipio. La extracción ilegal de leña que ha causado la deforestación, la falta de un plan de manejo con estrategias de seguimiento, evaluación y contingencia.

En la propuestas del Programa Municipal de Mejoramiento Urbano para este municipio detecta que las personas que habitan en estos núcleos agrarios, dedicadas principalmente a la ganadería y agricultura, “enfrentan presión debido a amenazas climáticas”.

“Las altas temperaturas y escasez de agua, reducen la producción agrícola y ganadera. Además, la baja precipitación afecta cultivos y biodiversidad, y los fuertes vientos causan daños a árboles, cultivos y viviendas”, destaca la Sedatu.

Cañón del sumidero

San Fernando, también alberga cuatro mil 731.34 has del Parque Nacional “Cañón del Sumidero”; los núcleos agrarios, son mil 63.71 has. Un ANP que crucial ya que provee agua dulce a las localidades urbanas cercanas y actúa como regulador climático para la zona metropolitana de Tuxtla Gutiérrez.

Los problemas de esta ANP son similares: la deforestación generada por la tala ilegal, agricultura, ganadería y el desarrollo urbano.

La Sedatu subraya hay oportunidades para ambas, principalmente el desarrollo de programas de ecoturismo guiados por comunidades locales, la implementación de proyectos de educación ambiental para visitantes, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles que respeten los límites del área protegida, y la colaboración con investigadores para monitorear y conservar la biodiversidad única del lugar.

Del 2000 al 2024, San Fernando pasó de tener cuatro mil 244.9 has de bosque encino a cuatro mil 121.6; también las selvas se han reducido y paso de 20 mil 331 has a 19 mil 526. has.