Cuatro focos de la enfermedad de Newcastle, que provoca la muerte de aves, fueron detectados en Chiapas, Jalisco y Guanajuato, por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) que controló el problema.
El hallazgo fue reportado a la Organización Mundial de Sanidad Animal y se descartó que existan riesgos para la producción de pollo y huevo, como tampoco para la salud de la población.
El organismo dependiente de la Secretaría de Desarrollo Rural (Sader) no precisó el lugar exacto de los predios de traspatio en donde se dieron las infecciones que provocaron la muerte de al menos 200 gallinas y pollos.
Se dijo que técnicos del organismo se trasladaron a los lugares en las tres entidades en donde tomaron las muestras para confirmar con pruebas de laboratorio la presencia de esa enfermedad en México.
“De manera preventiva se implementó la cuarentena definitiva total de los predios de traspatio, se sacrificaron las aves y se aplicaron las medidas contraepidémicas indicadas en los protocolos nacionales e internacionales, con el fin de disminuir el riesgo de diseminación de la enfermedad”, precisó en un comunicado.
Al mismo tiempo se reforzaron las labores de vigilancia epidemiológica en las aves con la finalidad de detectar de manera oportuna cualquier caso sospechoso que pudiera registrarse.
Precisa que la enfermedad de Newcastle es una infección contagiosa que existe en todo el mundo y afecta a las aves, incluidas las domésticas, siendo causada por un virus de la familia de los Paramyxovirus y se caracteriza por alta mortandad y deterioro corporal de las aves.
Por ello, en granjas comerciales es obligatorio cumplir con los protocolos y programas de vacunación en contra del Newcastle, sumado a otros mecanismos de bioseguridad que “permite prever que la avicultura comercial no se verá afectada por los brotes y, por lo tanto, no se pone en riesgo el abasto de pollo y huevo en el país”.
Aclaró al mismo tiempo que esa enfermedad no es transmisible al ser humano mediante el consumo de productos avícolas, por lo que “su presencia en las granjas de traspatio no implica riesgo para la salud pública”.
Finalmente, pidió a los productores y a las familias que viven en comunidades rurales que notifiquen la sospecha de aparición de enfermedades para atender de manera oportuna ese tipo de emergencias sanitarias.